Por Sarai Tapia
El mundo del cine se puede dividir en muchos géneros, pero esto no significa que entre estos no se puedan mezclar, a pesar de que la combinación no suene tan bien, pueden llegar a surgir muy buenas películas, una de las combinaciones más curiosas surge entre la comedia y el terror, al ser dos géneros totalmente opuestos, se esperaría que no se relacionaran entre sí, sin embargo se puede encontrar una gran lista de películas las cuales utilizan ambos géneros en armonía, creando una nueva experiencia cinematográfica.
Un ejemplo icónico de esta combinación es The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975), una película que fusiona el terror con el musical y la comedia. La historia sigue a una pareja atrapada en la casa del Dr. Frank-N-Furter, un excéntrico científico travesti que presenta a su creación, Rocky, un hombre de apariencia perfecta. La cinta juega con elementos de terror y comedia, como el personaje de Rocky, que le otorga un toque humorístico mientras mantiene la atmósfera inquietante propia del género de terror.
También tenemos la película de Beetlejuice (Tim Burton, 1988), una película de comedia/terror en donde la trama gira en torno a una pareja recientemente fallecida que como fantasmas, no se les permite salir de su casa, ante esto, se ponen en contacto con Beetlejuice, un carismático bioexorcista del inframundo, con la finalidad de ahuyentar a los nuevos habitantes de la casa. En el filme predomina más el recurso de la comedia, un ejemplo es en la icónica escena donde hacen bailar a los nuevos inquilinos de la casa, pero a la vez se complementa bien con el terror al ser la situación principal sobre fantasmas quienes buscan espantar a los inquilinos y también cuando se muestran las consecuencias de tratar con Beetlejuice.
Por su parte, Las brujas de Eastwick (George Miller, 1987) Una divertida comedia negra protagonizada por Cher, Susan Sarandon, Michelle Pfeiffer y Jack Nicholson que cuenta como tres brujas aburridas se dejan seducir por un diabólico personaje y al darse cuenta de que son manipuladas las lleva a enfrentarse a él.
Estos ejemplos, hoy considerados películas de culto, demuestran que la mezcla de terror y comedia puede dar lugar a obras que capturan la imaginación del público. Pero ¿por qué funciona tan bien esta fórmula? Según el director Joe Dante, la clave está en cómo estos dos géneros reflejan experiencias humanas: “En la vida también ocurre así; cuando pasas mucho miedo, te ríes para aliviar la tensión”. El humor permite que el espectador se relaje justo antes de un momento de terror, intensificando así el impacto emocional.
Películas recientes, como Deadstream (Joseph Winter y Vanessa Winter, 2022), han continuado explorando esta dualidad. En esta película, la trama gira en torno a un youtuber que se encierra en una casa embrujada para grabar todo lo que sucede. A lo largo de la cinta, se entrelazan sustos con momentos cómicos, creando una experiencia cinematográfica dinámica y entretenida.
En conclusión, la mezcla de terror y comedia no solo es posible, sino que ofrece una manera única de contar historias que desafían las expectativas. Al fusionar el miedo y la risa, se crea un equilibrio inesperado que permite que el espectador experimente emociones contrastantes de manera más intensa. Esta fórmula, utilizada por directores visionarios como Joe Dante o Tim Burton, seguirá sorprendiendo y cautivando a las audiencias, demostrando que el cine aún tiene mucho que ofrecer en cuanto a creatividad y emoción.