Por Fabiola VA y Jaime González Rueda
Fotografía Sarai Tapia
“Yo soy de San Luis Potosí, es mi barrio San Miguelito”, dice la famosa Acuarela Potosina de Pepe Guízar, canción popularizada por Jorge Negrete, sin duda uno de los mayores referentes culturales de nuestra ciudad, pero, más allá de una letra poética, cómo describiríamos nuestras calles adoquinadas, esa traza urbana de retícula que ha visto pasar más de 400 años de historia…La gran pregunta es, ¿Cómo leer la ciudad?
Cada urbe tiene una historia propia y esta influye directamente en su traza, en sus construcciones e incluso en el perfil de sus habitantes. Para poner una lupa en estos aspectos, que irónicamente son muy visibles pero ignorados por una gran mayoría de la población potosina, hablamos con el arquitecto Jesús Victoriano Villar Rubio y con la historiadora María Gabriela Torres, para comprender mejor a nuestro San Luis Potosí, porque razones para enorgullecerse de su historia, sobran.
No es ajeno a nadie que la ciudad posee una ubicación geográfica privilegiada, justo en el centro del país. “Al hablar de la capital del estado es posible identificar elementos de la naturaleza que hoy forman parte del paisaje urbano, como la Sierra de San Miguelito, o los ríos Santiago, Españita y Paisanos. Además resaltan los espacios verdes como la Alameda, los jardines de los siete barrios, el parque Juan H. Sánchez (Morales) y los parques Tangamanga. Todos estos espacios forman parte de la identidad de los potosinos. A esto se le suma la flora y la fauna de la zona que se incorpora a la gastronomía local” afirma María Gabriela Torres.
ASÍ NACIÓ SAN LUIS POTOSÍ…
El arquitecto Jesús Villar afirma que San Luis Potosí en su origen fue planeado como un pueblo español denominado “San Luis de Mesquitique”. Su traza era reticular, norte-sur, este- oeste, hacia la dirección del viento, (trazado utilizado desde la época romana) con una plaza central y 19 manzanas. A la par existe la fundación de pueblos indígenas que se forman alrededor con una separación considerable entre cada uno de ellos. “En ese momento se estipulaba que los españoles vivieran separados de los pueblos indígenas. Con el crecimiento de la ciudad, estos pueblos indígenas se conurban con el centro” dice Villar Rubio
“Si se considera el paisaje como la naturaleza transformada, se pueden explicar los cambios producidos en las culturas” dice la historiadora María Gabriela. En el caso de San Luis Potosí, a partir de la extracción minera del siglo XVI se establecieron asentamientos humanos que realizaron construcciones acordes a los requerimientos de la época. Con el paso de los siglos, la expansión industrial, el crecimiento de las ciudades y los cambios culturales se reflejaron en la arquitectura de los centros urbanos.
Lo anterior se percibe, en el caso de San Luis Potosí, según Jesús Villar, con la conformación de cada barrio entorno a una actividad distinta: “Los barrios de San Miguelito y San Sebastián se dedicaban a los trabajos de cantería, Tequisquiapan al tener huertas se dedicaban al cultivo de frutas y hortalizas. Estos productos eran llevados al centro de la ciudad para comercializar. En 1656, la población crece y cambia su denominación a ciudad de San Luis Potosí. Esto se debe en gran medida a la riqueza generada de la actividad minera y por el movimiento económico del comercio y así se conurban como parte de la ciudad lo que hoy conocemos como los 7 barrios (Tlaxcala, San Miguelito, El Montecillo, San Juan de Guadalupe, San Sebastián, Santiago y Tequisquiapan)”.
CAMBIOS SOCIALES Y EVOLUCIÓN URBANA
Los barrios conforme el crecimiento de la ciudad fueron adquiriendo una identidad cultural propia, con costumbres y tradiciones distintas, esto se puede observar con las festividades. Estás características específicas se conservaron en un principio, pero con el paso del tiempo se fueron mezclando hasta generalizarse para convertirse en una ciudad más en forma con la convivencia entre todos. Estos barrios son diferentes en cuanto a su traza de sus calles, cada uno fue pensado de forma particular aunque en su arquitectura conservan cierta similitud. Esto se puede ver en la actualidad al transitar en la calle de independencia cuando se acercan a San Miguelito se percibe el cambio de que no tiene cabida así, sin embargo, las calles se fueron juntando para unirse de esa forma para conectarse entre sí como ciudad, comenta el arquitecto Villar Rubio.
Villar Rubio explica que San Luis Potosí tuvo una planeación inicial en tres ejes. Uno era el Eje de la Av. Venustiano Carranza (salía del centro por el barrio de Tequisquiapan), otro era la Av. de la Libertad (hoy se conoce como Damián Carmona), y para terminar con el tercero que era la Calzada de Guadalupe (unir el templo con el centro de la ciudad). Esta planeación ayudó a la organización de la ciudad a delimitar bien los barrios y los futuros fraccionamientos que se construyeron a finales del siglo XIX y siglo XX. Durante la época colonial para la fundación de los pueblos españoles venían con sus normas de fundación para los pueblos. Ellos tenían su plaza mayor con los poderes civiles y religiosos frente a ella. Lo mismo sucedía en cada barrio, tenía su propio templo, casa de comunidad, su alcalde o director como representante.
¿QUÉ HACE ÚNICO A SAN LUIS POTOSÍ?
La ciudad de San Luis Potosí cambió drásticamente con la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX. El trazo de norte a sur afectó la concepción de ciudad que se tenía al cruzar, al cortar el trazo por el barrio de El Montecillo a un lado de la Alameda con su templo a un lado de las vías del tren. Pero esto no fue del todo negativo, al traer modernidad y una nueva cultura a la ciudad con ideas, oficios, acceso a nuevos productos y la llegada de nuevas industrias que brindó nuevos trabajos al atraer a la gente del campo a la ciudad, una migración que ayudó al crecimiento de la ciudad.
También en el siglo XIX otro ejemplo de los cambios visibles en la ciudad fue la implementación de medidas higienistas propias de la época que buscaban la mejora de la salud pública a través de obras de drenaje. En el siglo XX, el argumento de mejorar el tránsito vehicular para responder a las demandas de la zona industrial sustentó la pavimentación del Río Santiago, ya que se consideraba que en la ciudad las lluvias eran escasas y la mayor parte del año se podía usar el espacio como una vía rápida de poniente a oriente de la ciudad. Al fraccionarse propiedades como la ex Hacienda de la Tenería, con el paso de los años se buscó mantener algunas áreas verdes, por lo que en diferentes épocas se habilitaron los parques de Morales y Tangamanga I. “En resumen, la arquitectura es resultado de la naturaleza transformada por las sociedades, acordes a la cultura de la época en que se produce”, tomando un papel esencial los agentes sociales que adaptan el entorno de acuerdo a sus necesidades y aprovechan los recursos para la creación de los espacios urbanos de acuerdo con la información descrita por la historiadora Torres.
Después de la fundación, poco a poco las órdenes religiosas se instalaron con templos o conventos en las diferentes manzanas de la ciudad, brindando un remate visual que marcaba los límites de la ciudad. Esto cambió con las Leyes de Reforma (1859) con la nacionalización de bienes eclesiásticos, pues muchos de estos edificios pasaron a ser públicos y algunos fueron destruidos. A partir del crecimiento con la creación de nuevas colonias y fraccionamientos, la ciudad de San Luis Potosí creció de forma desordenada, pudiendo haber tenido unos anillos de circunvalación como sucedió en otras ciudades en México. Hoy se percibe un cambio drástico entre las colonias residenciales en la parte poniente de la ciudad a colonias más populares en el sur- oeste de la ciudad.
San Luis Potosí tiene una traza similar a otras ciudades coloniales de México como Puebla, Oaxaca, Querétaro o Guanajuato. Sin embargo, lo que la hace diferente a las otras, es la topografía del lugar, situación climatológica al asentarse la ciudad en un valle, por eso la estructura urbana cambia. Otra característica es que San Luis se planeó desde su fundación como pueblo minero (al estar cerca de las minas del Cerro de San Pedro al encontrar el abastecimiento de agua más cercano) a diferencia de Puebla que fue desde un principio planeada como ciudad al tener una catedral con obispado. Existieron unas leyes de indias en su momento para la conformación de una ciudad y pueblo al trazar las manzanas alrededor de la plaza y por eso cada ciudad tiene dimensiones diferentes en su trazado. Estas diferencias son vigentes en el 2024 al ser visibles en los centros, brindando una identidad única a cada ciudad.
VISIÓN A FUTURO: ACIERTOS Y DESACIERTOS
Las relaciones recíprocas entre las sociedades y la naturaleza cambian a través del tiempo, están en estrecha relación con las ideas predominantes en un espacio y tiempo determinado. A partir del siglo XVIII, en el mundo occidental la razón era el centro en torno al cual giraba la vida humana, por lo que todo aquello considerado fuera de lo racional ocupaba un lugar inferior, fue así como la naturaleza pasó a ser objeto y posesión del hombre. De esta manera había que subordinar la naturaleza a los deseos humanos y las zonas urbanas serían la expresión de las sociedades “racionales y cultas”. En las últimas décadas del siglo XX, con las crisis ambientales se reconsideró esa visión para dar paso a una revaloración de la naturaleza. Es decir, considerando el mundo natural no como algo aparte del mundo humano, sino reconsiderando las estrechas relaciones entre sí.
Para Jesús Villar la ciudad presenta un crecimiento desordenado, afectando las zonas de recarga pluvial de la Cañada de Lobo, Sierra de Álvarez y Sierra de San Miguelito, donde se han construido fraccionamientos que no permiten el flujo del agua. “La ciudad de San Luis Potosí no debe de crecer tanto, debería descentralizarse en localidades cercanas bien conectadas para evitar la migración a la capital y ofrecer oportunidades repartidas en el territorio” afirma Villar Rubio.
Una propuesta es crecer las áreas verdes con plantas oriundas de la región como cactáceas que no requieren de mucha agua, a fin de cuidar este recurso. Hay que conservar y no demoler (para evitar contaminación de residuos). San Luis Potosí, es una ciudad atractiva con la gran oferta de calidad que tiene para ofrecer que existe dentro de sus espacios museísticos que fomentan la identidad cultural de la región.
“La conciencia histórica es fundamental en todas las sociedades, porque permite explicar y reconocer el lugar que ocupamos en el presente” de acuerdo a la historiadora Gabriela Torres. En ocasiones al pensar la historia como un cúmulo de fechas y datos, se produce un distanciamiento entre las sociedades y los elementos que le dan identidad cultural a los grupos humanos. De ahí la relevancia de comprender la historia como los procesos que nos ayudan a explicar el presente y a reconocernos como integrantes de un grupo social con pasados comunes.