De la pintura a la fotografía, la humanidad en imágenes

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Por Humberto Sánchez

Ilustración de Jaime González Rueda

¿PINCELADAS o CLICS?

No solo es retratar personajes petulantes, reyes de expresión soberbia, gloriosas batallas o cualquier otra escena idílica, y menos está obligada a lo que por siglos fue su razón de ser: retratar la realidad. La pintura, gracias al surgimiento de la fotografía, se liberó, incluso podríamos decir que se emancipó de la realidad, tanto así que hoy un par de líneas y manchas podrían considerarse arte (bueno, en gustos se rompen géneros).

“El arte no reproduce aquello que es visible sino que hace visible aquello que no siempre lo es”, es una frase del pintor aleman Paul Klee, que ejemplifica muy bien esa ruptura entre la realidad “forografica” y la pintura. Y es que con el surgimiento del daguerrotipo, antecedente de la fotografía, en 1839,  los pintores se pusieron, por así decirlo, a “jugar”, a “experimentar” con nuevas técnicas, cuya libertad quitó el último tope para la creatividad. La lógica era: ¿para qué retratar algo de manera hiper realista?, para eso está la fotografía, ¿no?

Por su parte, la fotografía no es sinónimo de oprimir un botón, no es una licuadora, o cualquier otro electrodoméstico. Si bien, en sus orígenes, buscaba retratar la realidad, esto en sustitución de la pintura, con el paso de los años se fue configurando en una disciplina artística, con un lenguaje y sensibilidad propios.

La importancia de analizar este tema, proviene del hecho de que, la fotografía llevó a los pintores a cuestionar la relación entre la representación visual y la realidad, la capacidad de capturar la realidad con precisión a través de la fotografía, causó que los artistas empezaran a reflexionar sobre la naturaleza de la representación, y a experimentar con el concepto de lo que significa “ver” y “representar”.

LA PINTURA ANTES DE LA FOTOGRAFÍA

La pintura es tan vieja como la historia de la humanidad. No solo es una cuestión estética, de colgar una pintura bonita en la sala de la casa, no, además de un arte es el registro gráfico de nuestra historia como especie. La pintura más antigua de la que se tiene registro tiene más de ¡51 mil 200 años!, ubicada en una isla de Indonesia muestra a 3 hombres y un cerdo, una imagen común de la época.

Por muchos siglos, la pintura, como el resto de la artes plásticas, estuvo al servicio de las elites: de la nobleza y el clero. En la edad media y el renacimiento abundan obras sobre pasajes mitológicos, batallas épicas y por supuesto los retratos de lo que podríamos llamar “gente importante”, rara vez aparecen sirvientes, artesanos o cualquier otro individuo de baja condición social, ellos simplemente no existieron para las bellas artes. Esta regla, tal vez se rompe con el realismo, corriente que en el siglo XIX, que buscaba retratar la realidad de forma cruda,  ¿cuál realidad?, la de peones, campesinos y gente “sin relevancia” histórica.

Pero… además de retratar y decorar palacios e iglesias, ¿la pintura tenía otros propósitos?, Claro, antes de la existencia de la fotografía, la pintura tenía un propósito enfocado hacia el ámbito de la documentación, ya que, era el principal medio por el cual se podía documentar eventos históricos, personajes y descubrimientos científicos, un ejemplo de esto es el de John James Audubon, quien fue un ornitólogo, naturalista y pintor franco-estadounidense, que se dedicó a documentar y estudiar, diferentes especies de aves en el siglo XIX.

También es importante mencionar que la pintura tuvo un papel importante en la política, utilizada como propaganda y para reafirmar el poder de monarcas y líderes políticos, con la realización de retratos, en donde, se representaban a estas figuras de autoridad de una manera favorable, o por el contrario, para desprestigiar a un gobernante, como en el caso de la caricaturas revolucionarias francesas que exhiben las excentricidades de los peinados de  la reina Maria Antonieta, con sus casi 90 centímetros de altura.

¡DIGAN WHISKY!, EL SURGIMIENTO DE LA FOTOGRAFÍA

La pintura, con el surgimiento de la fotografía en el siglo XIX, consiguió su liberación, y a partir de ahí vimos el surgimiento de múltiples corrientes pictóricas como el impresionismo, el expresionismo, el cubismo o el surrealismo, que muy diversas entre sí, comparten una cosa: en ninguna de ellas veremos un retrato fiel de la realidad, con rostros verdes o púrpuras, cuellos alargados, imágenes distorsionadas por los efectos de la luz, entre muchas más, ¿por qué?, porque la realidad dejó de ser importante para dar paso a la esencia de las cosas, a la impresión, a las formas hechas por los efectos de la luz… La fotografía más que afectar a la pintura de una manera negativa, la ubico en un camino puramente artístico.

Por su parte la evolución de la fotografía ha sido consistente en las últimas décadas. Su popularidad y evolución la ha llevado de ser una práctica para personas adineradas a la generalidad de la sociedad.

La fotografía nació en el siglo XIX, cuando el francés Joseph Nicéphore Niépce utilizó una cámara oscura para exponer a la luz una placa de peltre; tiempo después, utilizando el experimento de Niépce, Louis Jacques Mandè Daguerre, perfeccionó el método y lo llamó el daguerrotipo.

Otros nombres importantes en el desarrollo y la evolución de la fotografía, fueron Henry Fox Talbot, inventor del calotipo, que permitió la producción de múltiples copias de una misma imagen, o George Eastman, quien inventó la película en rollo con las cámaras Kodak.

Conforme fue mejorando la calidad fotográfica, las personas que se encontraban en el mundo de la ciencia, la investigación y la documentación, se dieron cuenta que resultaba más práctico y preciso el tomar una fotografía, a realizar una pintura o un dibujo que podía llegar a tener más imprecisiones.

Además, también hay que mencionar que la fotografía como una forma de arte, no es algo nuevo, ya que, desde las décadas de los sesenta, los fotógrafos empezaban a enfocarse más en el concepto, es decir, era más importante el que se quería expresar y cómo se realizaría.

Actualmente hay fotografías que, al igual que la pintura, han alcanzado valores en el mercado muy elevados, por ejemplo “Le Violon d’Ingres” de Man Ray se vendió por un valor récord de 12,4 millones de dólares en 2022 en Christie’s Nueva York, o El Flatiron de 1904, de Edward Steichen, que muestra el famosos edificio Flatiron de Nueva York, se vendió por 11,8 millones de dólares en 2022. Y SEGUIRÁ…

Negarse al cambio es como negar en pleno siglo XXI la redondez de la tierra. La fotografía y la pintura hoy conviven en mismos espacios como museos y galerías, y seguramente en el futuro próximo nuevas formas de expresión artística surgirán, acrecentando el abanico de posibilidades para una mente creativa.

Al frente de todo este universo de imágenes, ahora encontramos incluso a la inteligencia artificial, polémica y cuyos detractores la tachan de un peligro para la pureza del arte, así, en su día fue la fotografía, y así vendrán nuevas formas que cubrirán, tanto aspectos políticos y científicos como artísticos, ósea, el gran acervo gráfico de la humanidad.

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