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Ilustración de Jaime G. Rueda

¿Underground?… Tal parece que los anglicismos suponen un énfasis cultural en la actualidad. En fin… En esta edición hablamos de este fenómeno: el street art, el arte callejero, las tribus urbanas y la contracultura. La realidad es que no es un tema nuevo, todo lo mencionado existe desde hace siglos, prácticas culturales que se apartan de las academias, de lo ortodoxo, y que simplemente detonan una identidad, un impulso de decir “aquí estamos y existimos”.

Lo nuevo no es el graffiti, ni la expresiones culturales a contracorriente de lo ya establecido, lo nuevo, lo nuevo estimado lector, es la difusión y el interés que estas provocan en la sociedad, claro, acrecentado por las nuevas tecnologías. El graffiti, que incluso tiene sus orígenes en la antigua Roma, solía ser contemplado únicamente en los llamados “barrios bajos”, espacios de vulnerabilidad económica, donde éste pasaba a ser una forma de protesta o de marcar un territorio; hoy la cosa es distinta, el graffiti ha abierto las puertas de los museos, se difunde en internet, incluso su enseñanza se da a través de la academia.

En esta edición hablamos de todas esas expresiones críticas con el sistema, que representan una contracultura, subvalorada por mucho tiempo, y que con el paso de los años se reivindica en los aires del liberalismo que soplan en muchos países. Claro, en este contexto surge una pregunta, si el grafiti es legal, y las expresiones de contracultura son aceptadas y alabadas, ¿siguen constituyendo un ejemplo subversivo?, ¿no se pierde su esencia?

Incluso si pensamos en esos anglicismos tan de moda como “strretart” o “underground”, que sustituyen a las palabras “arte callejero” o “subterranio”, podemos inferir que la globalización (y lo que esta conlleva a nivel cultural) hace de las suyas y no solo transforma en legal lo ilegal; en elogio la crítica; sino que le confiere un toque “chic” (a propósito de anglicismos), le hace uno más con la “bellas artes” y mata su esencia rebelde.

Como siempre, esperamos que encuentre en estas lecturas un espacio de interés, informativo y por supuesto de entretenimiento. Felices lecturas.

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