De detectives, exalumnos, antagonistas… y un profe

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Por Oscar Montero
Ilustración de Jaime G. Rueda

Me encanta la literatura oscura; siempre me sentí atraído por las historias de terror que sacan a relucir el lado más siniestro de los personajes… explicó recientemente Antonio Malpica en la presentación de su novela El juego del protagonista sin nombre, publicada por Editorial Océano, en su colección Gran Travesía.

Desde la dedicatoria de la obra, Malpica nos advierte que parte del conflicto de esta trama estará a cargo de dos generaciones quienes se empeñarán en convencernos de manera muy distinta, que la percepción que cada uno de ellos tiene sobre las historias de detectives es la correcta, la mejor, la más adecuada. Este juego entre dos generaciones, dos culturas, dos tiempos, tiene que ver con un rencor que se fue cocinando con el paso de los años, algo que parecería haber quedado atrás, en el olvido, pero que detona aquí, en esta trama siniestra y busca cobrar las cuentas pendientes.

Con El juego… Malpica nos lleva de la mano, de capítulo a capítulo, para hacernos caer en las mismas trampas en que hace caer a los protagonistas, mientras nosotros, los lectores, nos iremos desconcertando al darnos cuenta que el culpable sí quiere dejar las pistas necesarias para que le descubran y para forzar a los protagonistas que vayan por el camino indicado, al menos el camino indicado por el autor para que los “neo detectives” lo descubran, y nosotros, los lectores, quedemos perplejos con la resolución final.

El juego… es una historia de humor negro, suspenso y terror con algunos tintes de humor muy al estilo de la obra del joven Malpica. Cristóbal Vélez es elegido el protagonista de un juego siniestro en el que deberá descifrar las pistas que se le vayan dando y dependerá de él que sus amigos sean liberados con vida. Para lograrlo sólo puede contar con un aliado: elige al profe Pereira, quien es un hombre mayor con nulos hábitos de limpieza, sin un trabajo formal, pero dispuesto a ayudar a Vélez para salvar a sus compañeros. Con el pretexto, así lo declaró algún día Malpica en algún sitio, armada con el pretexto de los cuentos de Edgar Allan Poe y la novela de Arthur Gordon Pym, la trama se va hilando con un asesino anónimo que secuestra e involucra gente en un juego siniestro. Dispares: con gustos, creencias y valores muy distintos, Cristóbal y Pereira tendrán que desentrañar un misterio pese a que constituyan una cómica pareja detectivesca que se enfrenta a un anónimo autor del juego, el verdadero protagonista, que emplea de manera muy atinada pistas relacionadas con cuentos de Edgar Allan Poe para manejar los hilos del misterio.

Imperdible para los fans de Toño y, desde luego, también para los nuevos lectores de sus obras. Nota: Se presenta en la Feria Nacional del Libro de la UASLP, en mayo del 2024.

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