Por Rolando Morales
“La sociedad de la nieve’, dirigida magistralmente por Juan Antonio Bayona, nos introduce en una historia cinematográfica que va más allá de la mera narración, entregando una experiencia emocionalmente poderosa y auténtica.
Mediante su cuidadosa dirección y una estética visual cautivadora, Bayona logra capturar con gran profundidad el drama humano desencadenado por un accidente aéreo en los Andes en 1972.
El 13 de octubre de 1972, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya, modelo Fairchild FH-227D, con 45 personas a bordo, se estrelló en la Cordillera de los Andes durante su trayecto desde Montevideo, Uruguay, hacia Santiago, Chile.
En una zona remota y con temperaturas extremadamente bajas, muchos fallecieron debido al frío y las lesiones. Además, enfrentaron escasez de alimentos y mínimas posibilidades de rescate. Ante esta adversidad, algunos supervivientes tomaron medidas extraordinarias para sobrevivir, recurriendo a la antropofagia al no tener otra opción de alimentación más que consumir los cuerpos de los fallecidos.
Después de 72 días de lucha por la supervivencia, el 20 de diciembre de 1972, dieciséis de los sobrevivientes fueron finalmente rescatados en condiciones extremas, pero con vida, por equipos de búsqueda y rescate chilenos.
La historia del accidente aéreo en los Andes y la épica batalla por la supervivencia ha sido relatada en varios libros, incluyendo ¡Sobreviven! (1973) de Clair Blair Jr., basado en entrevistas a los sobrevivientes, así como ¡Viven! (1974) de Piers Paul Read. Estas historias también han sido llevadas al cine, con la película “¡Sobreviven!” (1976), dirigida por René Cardona Jr., y “Alive” (1993), dirigida por Frank Marshall y protagonizada por Ethan Hawke, basada en el libro de Read.
Treinta años después, surgieron más relatos sobre el desastre, como “Milagro en los Andes” (2006) de Nando Parrado y Vince Rause, quienes fueron supervivientes, “La sociedad de la nieve” (2009) de Pablo Vierci, “Tenía que sobrevivir” (2016) de Roberto Canessa y “Desde el silencio” (2016) de Eduardo Strauch, también sobrevivientes de la tragedia.
Este suceso del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se ha convertido en una leyenda macabra en América Latina. Especialmente notable es el hecho de que los sobrevivientes guardaron en secreto lo ocurrido durante sus semanas de aislamiento en la nieve. Cuando finalmente se divulgaron los primeros relatos directos en libros y novelas, esta impactante historia, que oscila entre el drama y el terror, fue llevada al cine. Sin embargo, tanto la versión de René Cardona en 1976 como la de Frank Marshall en 1993 resultaron ser interpretaciones mediocres de un tema mucho más profundo: la capacidad humana para enfrentar situaciones críticas y luchar por sobrevivir.
Contrario a enfocarse en la atmósfera de pesadilla y los detalles retorcidos, Juan Antonio Bayona reflexiona cuidadosamente sobre la posibilidad de un acto de voluntad extraordinario en su película “La sociedad de la nieve”.
Explora la capacidad humana para superar limitaciones y ofrece una perspectiva emocional sobre un milagro que se convierte en un acto de brutal necesidad de subsistencia. La película no se sumerge en el melodrama, sino que profundiza el dolor de manera franca y honesta, mientras analiza el hecho de morir y vivir, aparentemente similares desde la perspectiva de los protagonistas.
Basada en el libro homónimo de Pablo Vierci publicado en 2009, la película se aparta de la explotación de la tragedia para centrarse en el análisis de sus testigos. Este enfoque convierte la historia en una crónica detallada sobre el dolor, el miedo y la persistencia de la esperanza.
“La sociedad de la nieve” se beneficia de destacadas actuaciones, con un elenco conformado por argentinos y uruguayos, como Enzo Vogrincic en el papel del estudiante de derecho Numa Turcatti, quien narra la historia en voz en off. La película también presenta actuaciones destacadas de Diego Vegezzi, Agustín Pardella, Esteban Bigliardi y Paula Baldini, entre otros. La música de Michael Giacchino y la fotografía de Pedro Luque complementan la dirección de Bayona, creando una experiencia cinematográfica envolvente.
Lo que distingue a “La sociedad de la nieve” es su compromiso con la autenticidad, basándose en testimonios reales y relatos documentados para evitar sensacionalismos y enfocarse en la experiencia humana. Bayona logra capturar con precisión las emociones y los dilemas morales de los personajes, desde la agonía física hasta los conflictos éticos de sus decisiones de supervivencia.
La película también explora profundamente la resiliencia humana y la solidaridad en condiciones extremas, desafiando las expectativas y mostrando la fuerza del espíritu humano.
Con actuaciones auténticas y conmovedoras, así como una cinematografía impresionante y una música evocadora, “La sociedad de la nieve” se destaca como una obra cine contemporáneo que invita a una reflexión profunda sobre la condición humana y los actos de coraje y solidaridad en momentos difíciles.
Es una película que no solo entretiene, sino que también conmueve y provoca una profunda introspección sobre la naturaleza humana en circunstancias extremas.