“Esa tarde respiré profundamente y tuve una sensación de libertad”

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Su pasión por el dibujo llevó a Karime02Art al mundo de la ilustración. Una canción y una interrupción legal de un embarazo redirigieron su mirada respecto al espíritu y el propósito de su arte.

Por: Giselle Alexia Castillo Miranda

Fotos e ilustraciones: Karime02Art

Karime02Art es una ilustradora y activista potosina reconocida dentro del círculo estatal y nacional por sus ilustraciones llenas de sentimiento y su particular estilo de dibujo.

Pocos conocen la historia que ha impulsado a esta joven en su carrera artística y activista dentro de las diferentes colectivas feministas.

“El día que me di cuenta de que otros ilustradores potosinos podían hacer eso, que otros artistas exhibían y vendían su arte me pregunté, ¿por qué yo no?”.

La incursión disciplinaria de Karime Ramos comenzó desde pequeña, notó una pasión especial por el dibujo que fue inspirada por los dibujos animados de Cartoon Network y Jetix, el anime y las ilustraciones en los libros de cuentos infantiles, sin embargo su pasión se vio eclipsada desde muy chica por la desesperanzadora frase “el arte no se vive” con la que suelen juzgar a jóvenes creativos en nuestro país.

Desalentada por su alrededor Karime decidió dejar el mundo artístico como un hobbie e iniciar con su carrera profesional en psicopedagogía con el sueño latente de algún día ilustrar libros de texto infantiles.

Con el alza de los eventos como bazares ambulantes y convenciones geeks en la ciudad, una joven Karime motivada por los seguidores de sus ilustraciones en Instagram y su familia, decidió empezar su camino como artista comercial independiente dentro del mercado ambulante “pop geekie” (con solo tres ilustraciones hechas “print” y un puñado de stickers de personajes de su agrado), lo que más tarde la impulsaría también en su camino al activismo en grupos feministas de peso en San Luis Potosí.

“El crecimiento fue paulatino, ver qué es lo que quería ofrecer en cada evento y qué me iba funcionando, no siempre lo que yo quería dibujar se adaptaba a los gustos de la gente, tenía que encontrar el equilibrio entre cosas que se vendieran bien y cosas que yo quisiera dibujar, ese golpe de realidad que te hace recapacitar acerca de que lo que le gusta a los demás no te va a gustar siempre a ti”.

Karime cuenta que los eventos iban escalando como reto, eran jornadas de más de 8 horas en las que en ocasiones no se vendía nada de su mercancía.

“Uno se compara mucho con otros artistas, te hacen dudar de tu propio trabajo, si mi estilo no era del agrado de la gente, o cosas como ver el puesto junto al mío lleno de personas mientras yo solo había vendido un sticker en toda la tarde, es inevitable que eso te haga sentir mal, pero yo era muy terca para dejarlo ahí”.

Al comienzo no era una artista reconocida dentro del círculo, su trabajo no llamaba tanto la atención como el de algunos de sus compañeros.

“Sí o sí quiero ser reconocida, creo que eso es lo que no me dejó rendirme. Que la gente voltee a ver mi arte y diga ‘¡oh, esa ilustración es de Karime art!’ Alimenta mi ego, se siente bonito y me impulsa a seguir ahí, quiero ser reconocida por muchas personas, deseo llegar a todo México y no detenerme hasta ver un avance significativo en mi carrera”.

CAMBIO DE RUMBO

Poco a poco conforme crecía su influencia e interés en los eventos públicos también decidió dejar un mensaje con sus ilustraciones, algo que motivara e informara a la gente.

“Cuando comenzó mi proceso de deconstrucción el arte de otros me ayudó mucho a entender varias cosas que no había tomado en cuenta antes, ¿sabes? Yo crecí en un ambiente machista típico, de esos en los que ni siquiera notas que algo está mal, antes era de las que juzgaban a las chicas que rayaban monumentos y esas cosas que la gente suele decir, compartía esas publicaciones de mujeres limpiando el desastre después de las marchas juzgando desde mi privilegio, por eso siento que fue muy lindo cómo el arte de otras personas me ayudó a abrir los ojos, creo que en el momento en el que realmente comencé a ver la realidad de las marchas y a prestar atención al verdadero mensaje que tenían fue después de escuchar la Canción sin Miedo, de Vivir Quintana”.

Karime se interesó por investigar y acercarse a los diferentes grupos como lo es Marea verde SLP. y comenzó a utilizar sus ilustraciones como “arte protestante”.

Sus ilustraciones y constante participación en grupos de protesta hicieron que se ganara cierta popularidad entre la gente, de a poco, más gente la reconocía llegando a pedirle fotografías o sus ilustraciones con dedicatorias y firmas.

“Fue raro, tenía sentimientos encontrados cuando las personas comenzaron a contactarme, se siente lindo que la gente se acerque y es satisfactorio poder ayudar a los que te piden consejos, pero a la vez siento feo porque es raro ser la red de apoyo para chicas que se acercan a una desconocida en internet en busca de consuelo y consejos, ellas deberían sentirse libres de acercarse a sus familias o clínicas en busca de apoyo, lugares donde no se sientan juzgadas si quieren abortar”.

HACER FRENTE A LA DECISIÓN DE ABORTAR

Karime hizo énfasis en el hecho de que su postura hacia el aborto jamás tuvo un enfoque negativo, sino más bien abierto y libre, cuenta cómo una maestra de ética y valores en secundaria la marcó cuando les enseño que el tener a un hijo o no tenerlo es decisión de la mujer, el tema eran los derechos humanos y les habló del aborto como un derecho a la autonomía humana de la mujer, lo cual causó un gran impacto para los presentes en la clase.

“Justo ese día por la tarde vi una ilustración, no recuerdo de qué artista, pero recuerdo que eran tres mujeres con tres diálogos que decían: ‘yo quiero tener a mi hijo, yo quiero dar en adopción a mi hijo, yo decidí abortar’ y un pie de imagen que decía cómo las tres merecían el mismo nivel de respeto, en ese momento me di cuenta de cómo un simple dibujo puede ayudarte a cambiar tu perspectiva de las cosas”.

Gracias a todas estas experiencias y las enseñanzas de la gente a su alrededor pudo comenzar a experimentar las cosas de una forma diferente, sin embargo, sus sueños y expectativas de cómo vivirlos se vieron pausados cuando en septiembre del 2021 se dio cuenta de que estaba embarazada.

“Los recuerdos están nublosos, mi periodo se había atrasado más de lo normal, no podía hacerme la prueba en mi casa ni en la de mi expareja así que decidimos ir al centro y hacerla en un baño público… nos sentamos en una plaza mientras esperábamos el resultado y cuando al fin lo pude ver y salió positivo sentí que se me cayó el mundo… comencé a llorar como nunca lo había hecho, parecía que me hubieran hecho algo, mi expareja trataba de calmarme y la gente se me quedaba viendo pero desde ese momento yo ya sabía que yo no quería estar embarazada, ni siquiera pude llegar a mi casa ese día, me quede a dormir con mi expareja porque no quería que mi mamá me viera así, me quería morir, pensé que si no podía abortar prefería morirme a ser mamá”.

La plática que tuvo con su pareja de aquel momento fue muy clara, ella estaba decidida a interrumpir su embarazo, él había decidido apoyarla en todo lo que eligiera, pero como él ya había sido padre con anterioridad su postura vacilaba entre comentarios del “qué pasaría si”, causando aún más presión sobre una Karime de 21 años que ya había decidido abortar.

“Al inicio no quería hablar del tema con mi mamá, no por miedo a que me repudiara si no todo lo contrario, sabía que mi madre me apoyaba en todo lo que yo decidiera, no quería que se endeudara con medio mundo por apoyar mis decisiones, al final por presión de mi novio terminé por contárselo y le dije que quería abortar en la clandestinidad, a lo que ella se opuso fuertemente, me dijo que si lo iba a hacer sería bien y sin riesgos y me apoyó para llevar a cabo la interrupción de mi embarazo en una clínica de Ciudad de México, no vivía con mi padre así que solo lo busqué en busca de apoyo monetario para el proceso, él me dijo que era mi culpa por estar en esas marchas y por tener relaciones sexuales con mi novio, mi papá siempre fue muy conservador, pero aun así me apoyó en lo monetario”.

El proceso fue complicado, en el camino hubo varias trabas, su pareja solo le dio apoyo de manera emocional ya que en lo económico no aportó nada para el proceso. Además, la clínica no había registrado el pago, cuando llegaron incluso les dieron un precio más elevado de lo que les habían confirmado vía telefónica, también retrasaron su procedimiento teniendo entonces que viajar dos veces a la Ciudad de México para la interrupción de su embarazo.

“Había muchas chicas, la mayoría foráneas, todo se sentía extremadamente raro y yo solo quería acabar lo más rápido posible con todo eso”.

“Gracias a mi madre el viaje fue lindo, ella estuvo a mi lado todo el tiempo, aunque por los síntomas del embarazo la experiencia fue un suplicio, no podía comer nada, todo lo vomitaba, recuerdo que solo comía fruta porque era lo que menos dolía al vomitar ya que sentía que otro tipo de comida me desgarraba la garganta al regresarla”.

Aun con todo esto, Karime logró dar por interrumpido su embarazo un 14 de diciembre del 2021.

“Me habían dicho que guardara reposo absoluto, pero me sentí tan libre y feliz, como si una enorme carga se hubiera levantado de mis hombros, no podía quedarme quieta, estaba llena de energía, esa tarde respiré profundamente y tuve una sensación de libertad, recuerdo que fue un martes y justo ese fin de semana sería la primera ECOM en la que participaría, mi primer evento grande, pensé que al fin podía seguir adelante con mis proyectos y mis sueños ya que ya no había ninguna preocupación así que me esmeré el resto de la semana en tener todo listo para la convención y creo que ese fue el día más feliz de mi vida.

Esto impactó mi arte y mi forma de ser de manera muy positiva, antes ya había hecho ilustraciones sobre el aborto, pero ahora que lo había vivido siento que enriqueció mi perspectiva para poder expresarlo de una forma más correcta, me ayudó a ayudar a las chicas que tenían problemas similares y mi arte protestante siento que evolucionó, quería que la gente entendiera lo que se siente sufrir un embarazo no deseado”.

Karime tiene claro cómo sus metas y sueños la impulsan a seguir con todo a pesar de los tropiezos y barreras, dejando en claro que siempre se puede volver al frente con una sonrisa.

Está encontrando su lugar al frente de varios proyectos de escala estatal como la “Miku party” que se realiza cada año desde hace 3 años y participa como artista invitada en eventos de escala nacional como el “Vocaloid Artist Fest” de Ciudad de México, su arte ha ayudado a muchísimas chicas que se han encontrado en situaciones similares, dado sonrisas a jóvenes que se interesan por el arte y alcanzado a celebridades que ahora tienen piezas de arte de su autoría.

“Quiero que la gente vea en mi arte o sienta con mi arte emociones y conocimiento”.

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