Por Alejandro Padilla Guzmán
El décimo disco de estudio del artista estadounidense de rap “Eminem” salió al mercado el 31 de agosto de 2018 y cuenta con 13 canciones, el más corto de la carrera del rapero.
Controversial y poco apreciado en el nicho rapero estadounidense, este disco resalta por sus temas repetitivos y la constante queja del cantante hacia los demás raperos que hicieron una mala alusión a su disco anterior “Revival”, considerado por muchos como uno de sus peores trabajos. Kamikaze discurre entre una serie de insultos, acompañados de rimas y buenos beats, en parte gracias a la producción del afamado “DR. Dre”. El álbum retoma el personaje de Eminem: “Slim Shady” el cual se caracteriza por sus letras reaccionarias hacia los artistas del medio.
«The Ringer»: con un gran beat y un flow inmejorable es la manera en que empieza el disco. La canción es una sarta de groserías hacia aquellos que desaprobaron su disco anterior. Con un Flow cambiante en las frases agresivas, tan características del gran rapero blanco, hacen pensar en un disco digno de escucharse. Musicalmente sencillo, eclipsado por la rítmica hipnotizante de la dicción de la canción. Recordable, pero no épico, un buen inició para un disco de rap.
«Greatest»: un beat más pausado, pero una lírica igual de enérgica y agresiva que el track anterior, con un ligero estribillo en donde repite el nombre de la canción. Disfrutable y con muy buen Flow. Un recurso agradable ese pequeño silencio entre el estribillo para entrar de nuevo a las estrofas, musicalmente un beat hip-hopero, bien dotado de timbres, pegajoso en momentos, con letra insultante y repetitiva como el tema antes mencionado.
«Lucky You» (featuring Joyner Lucas): con bases que recuerdan al trap y un drop que rompe con el pequeño intro, un flow refrescante para la tercera canción por parte de Joyner Lucas. La pieza posee pausas características del género hip-hop con pequeños silencios entre estrofas y una métrica rapidísima del track. Impresionante es la ametralladora de frases de Eminem, un recurso que se ha convertido en su sello.
«Paul» (Skit de Paul Rosenberg): el ataque es un recurso escuchado en distintos géneros de distintas épocas musicales, desde BTS hasta los Beatles. Eminem pone en su disco el sello del malestar, la queja, un berrinche tal vez.
«Normal»: un beat un poco más pausado y el rap “cantado” en el estribillo donde empieza la canción, pocas veces escuchado en Eminem. Una canción más lenta que no se presta para los ataques de doble tempo de los tracks anteriores, al quejarse de lo mismo dentro de la letra, pero mencionando a otras personas. El recurso de cambiar el timbre de beat por un piano con una clave más grave que la inicial, con algunos adornos empleados de distintos objetos como autos o choques a lo lejos hace a esta pieza, a mi parecer, algo olvidable.
«Em Calls Paul» (Skit): para una reseña de este track tristemente diremos que es un anexo de “Paul” de la que ya hablamos, pues es la misma canción, solo que con más groserías.
«Stepping Stone»: la utilización del sample al inicio y como recurso a lo largo de la canción, le da un poco de frescura, al ser un sonido distorsionado y a la vez unido a la voz principal de Eminem. Con un beat a lo rockero se añade sentimiento parecido a la agresividad. Musicalmente, más allá del recurso antes dicho, no denota nada nuevo, con una dicción un poco más calmada que en los anteriores tracks, y con menos sorpresas. Canción olvidable sin duda.
«Not Alike» (featuring Royce da 5’9″): un trap con todas las de la ley, con un beat en menor que abraza de gran manera las rimas de Royce da 5’9, con gran ritmo y buena dicción entre frases. Musicalmente el beat es cumplidor como suelen ser los temas trap, más allá de los pequeños silencios entre estrofas para dar algo de variedad al sonido que a veces peca de repetitivo. Buenas rimas y gran mancuerna entre Eminem y Royce, casi al final el bajo se pone más agresivo al igual que la voz y los lejanos coros como de película de terror, disfrutable en general.
«Kamikaze» : con un ritmo extraño en su inicio, marcando en negras en una especie de trompeta distorsionada, con un estribillo poco memorable, pero mejor es el regreso al tema principal. Este recurso tan clásico del artista juega con la velocidad de sus rimas, brilla mucho en este track. Existe cierto recurso denominado como chop, el cual de fondo se hace ver con esos gritos que de vez en cuando ensalzan la estrofa, con buenos arreglos al final. Escuchable si sale en aleatorio.
«Fall»: otro trap un poco más contemplativo, con la misma energía y ataque que ha llevado a lo largo del disco, con el mismo tema. La voz del artista invitado posee una gran dicción y un beat que se prestaría para otro género, convierte esta pieza en un rap recordable, agradable en general.
«Nice Guy» (featuring Jessie Reyez): tan parecida es la voz de Tony Watson de Tones and I, famosos por su one hit wonder “Dance monkey” que creí haber cambiado de artista, pero no. La voz de Jessie Reyez agrega una variante interesante al trabajo de Eminem, con un inicio pegajoso en este low bass, con uno de los mejores beats dentro del disco y una refrescante adhesión de Jessie durante los primeros minutos de la canción. Al medio del track añade la dosis de rap que le falta desde el comienzo, musicalmente un poco más rica que las anteriores, con un bajo destructor de ventanas y un coro pegajoso. Memorable dentro de este contexto.
«Good Guy» (featuring Jessie Reyez): y aun sin terminar “Nice guy”, la voz distorsionada de Jessie Reyez le añade un gran toque rítmico, con el beat invadido por las strings y la serie de voces haciendo una linda armonía con la rítmica batería. Gran medley de dos canciones.
«Venom»: La última y la más conocida del álbum, por la terrible película de Marvel “Venom”. La canción empieza con un beat interesante, con sintetizadores con acordes dramáticos y un bajo que con la tónica tiene para ponernos en modo agresivo y “badass”. A pesar de que la película, personalmente se me hace de lo más mediocre que ha hecho Marvel, esta canción me parece una digna composición, con buena producción en todos los instrumentos y un coro que se queda a medias de ser memorable, digna, pero no la repetiría bajo mi voluntad.