Por Rolando Morales Flores
RESEÑA SIN SPOILERS
La semana pasada se estrenó la nueva película de la franquicia de Transformers, y con ciertas expectativas nos presenta una obra que cae nuevamente en los tropiezos de las anteriores entregas.
Rise of The Beasts es la secuela directa del spin-off Bumblebee, estrenada en 2018, la cual marcó el reinicio de la saga al contar con nuevas historias y personajes para alejarse de la cansada fórmula que dejaron las cinco películas pasadas dirigidas por Michael Bay. Es por esta predecesora, la cual dejó un muy buen sabor de boca, que todas las miradas apuntaban a su continuación.
Dirigida por Steven Caple Jr. y con las actuaciones de Anthony Ramos, Dominique Fishback y Peter Cullen, Rise of The Beasts nos sitúa en 1994, donde un par de arqueólogos se ven envueltos en un antiguo conflicto a través de una aventura por todo el mundo que se relaciona con tres facciones de Transformers: los Maximals, los Autobots y los Terrorcons mientras ayudan a Optimus Prime en una guerra para proteger la Tierra ante la llegada de Unicron.
La película tiene un tono sumamente familiar, por lo que los fanáticos pueden conectar rápidamente con ella, sin embargo, Steven Caple toma un gran número de fallas de las anteriores obras y los mezcla para obtener un filme sin gran variedad creativa.
En primer lugar, lo que ya se ha vuelto costumbre para la saga, es la intensa necesidad de centrarnos en los personajes humanos en lugar de los robots alienígenas que se transforman en autos, que es para lo que venimos en primer lugar. Este aspecto es completamente entendible debido al presupuesto y sobre todo por cuestiones narrativas, pues es mucho más sencillo conectar con un personaje similar a nosotros que con un extraterrestre.
Pero el problema radica cuando estos personajes humanos cuentan con cero carisma por las actuaciones y el mediocre guion que otorga un poder innecesario a las casualidades que les suceden a nuestros personajes principales. Y no es que el material humano no pueda soportar la trama en una película de este estilo, tal como nos demostró en 2018 con Bumblebee.
Por otro lado, los Transformers como personajes tienen muy poco tiempo en pantalla y exceptuando a dos miembros del grupo, todos los demás tienen una personalidad sujeta a lo que la trama requiere de ellos.
El conflicto que es el principal catalizador para que la historia se desarrolle de forma increíblemente apresurada luego de una aburrida introducción y es a partir del segundo acto que todos los elementos estallan sin dar tiempo al espectador para asimilar la información que está recibiendo mientras deja una gran cantidad de agujeros de guion, fundamentales para el entendimiento de la misma. Por lo cual, la acción desenfrenada que tanto ha caracterizado a la saga se siente vacía y en gran medida disminuida.
Aunque la película cumple con sus estándares, si la ponemos en comparación con las últimas de la saga de Michael Bay, es decepcionante ver como regresa a los anteriores tropos al optar por un camino fácil y seguro, aun cuando ya habíamos probado otros horizontes creativos.
Rise of The Beasts entra de forma inequívoca en la categoría de palomera, no es una obra que cambie el curso de la saga, pero si no tienes nada que hacer el fin de semana y esto entra entre tus opciones, tal vez pueda funcionar. Aunque hay que mencionar que el final no dejará indiferente a nadie, tanto para bien como para mal, cuando la vean me entenderán.
Y recuerda, si alguien se ha transformado merece la pena reseñarlo.