Por: Estrella Govea, Daria Govea y Cristy Juárez
Fotografía: Kenia Hernández
El grupo musical Los Blueserables celebró “10 años en el camino” con una espectacular presentación de aniversario.
Después de varios años de trayectoria musical, la banda conmemoró su décimo aniversario en el Centro de Difusión Cultural del IPBA “Raúl Gamboa”. Cautivaron a la multitud con una fusión entre baladas blues y ritmos latinoamericanos, sobre todo mexicanos, como huapangos brindados por la zona huasteca potosina.
Autenticidad y creatividad son las preferencias dentro de sus canciones, Los Blueserables no optan por imitar al género espiritual afrodescendiente, sino que toman elementos de este para crear melodías con su propia propuesta.
La fusión de los sonidos del contrabajo y bajo eléctrico de Ernesto Rodríguez, Daniel Terán en la batería, el teclado bajo la dirección de Andrés Martínez, la guitarra por Edgar Galván y el cautivador solo de armónica y voz a cargo de Roberto Rivelino, alegraron a los espectadores.
Llenaron de sorpresas la noche junto a Marco Tulio, quien acompañó al grupo con diversos sonidos prehispánicos mediante instrumentos de viento y percusión; Jorge Martínez compartió el escenario con su guitarra acústica; asimismo, participó al son de las percusiones latinas Emmanuel Lucero; y Antonio Navarrete en la batería.
Al paso de la noche “Agua fuego” fue una de las piezas más disfrutadas, hace alusión a las etnias y culturas en México, al igual que los sonidos folclóricos y coloridos que añadieron una nueva propuesta al mundo del blues. Dentro de la lírica se notó el agradecimiento hacia la madre tierra por todo lo que ofrece, así como la inclusión de la lengua náhuatl dentro la canción, donde en estos versos se pide permiso a los dioses para continuar con la melodía, pero sin duda, la crítica social que se hace ante la opresión de los pueblos indígenas y la comercialización de sus tierras es lo que la hace resaltar este magnífico repertorio.
La canción “El 7 del 7” pinta con humor la vida de los músicos independientes y las pruebas que pasan para continuar con su sueño en la música, esta melodía conecta con “Blupango” pieza que animó al público a tal punto de querer bailar, su armonía es una combinación entre el blues y huapango, con este ritmo sorprenden dando una experiencia diferente.
La noche fue enriquecedora para los espectadores, una propuesta diferente al aproximar un auténtico género musical que destaca por el contenido en sus letras y su cercanía a los aspectos cotidianos del entorno social que nos caracteriza.
El apoyo hacia los talentos independientes es de suma importancia, asimismo destacar el talento potosino para que estos eventos musicales conserven un espacio dentro de la agenda cultural del estado.
