MODA: LUJO, ARTE Y OBSESIÓN
Por: Jaime González Rueda
Ilustración: Jaime G. Rueda
Hablemos de moda, pero no solo desde un ámbito frívolo y de glamur. La moda, además de constituir una industria contaminante, que repetidamente expone y enaltece estereotipos de belleza poco saludables y dañinos, es también un ámbito de expresión artística. Por las múltiples aristas que abarca la industria de la ropa, y sus contrapartes artesanales, bien vale la pena explorar los contras y pros de una actividad humana tan antigua como necesaria, si no lo cree así, querido lector, basta con preguntarse ¿quién anda desnudo por la vida?
En esta edición hablamos de la relación bilateral que existe entre la moda y la sociedad, donde ambas se ven influenciadas mutuamente, además de haber en ella un espacio para la creatividad. Grandes nombres de la moda son ya personajes históricos, relacionados con la política, el arte o los movimientos sociales; nombres como Christian Dior, Gabrielle Chanel, Yves Saint Laurent o la extravagante Iris Apfel, quien recientemente cumplió 101 años y que, por cierto, nos sirvió de inspiración para la portada de esta edición.
Más allá de los grandes diseñadores hay aspectos muy criticables, el ecológico es uno de ellos, donde según informes de la Organización de las Naciones Unidas, el 20% de las aguas residuales en el mundo son producto de la industria de la ropa. La apropiación cultural es otro problema, un aspecto que debe ser denunciado con rigor, cuando vemos a grandes marcas que utilizan los patrones y diseños de pueblos indígenas, en detrimento de su identidad cultural.
Así, en esta edición, encontrarán artículos que exponen ambos extremos del universo textil: el creativo e identitario, y el de la frivolidad que procrea estereotipos dañinos de belleza. Esperemos, querido lector, encuentre en esta edición un espacio reflexivo, informativo y ¿por qué no?, recreativo.
¡Felices lecturas!
