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Por: Raúl Pérez

Todas las películas de hoy en día cuentan con una banda sonora, ya sea original o con licencia para usar dicha música ya grabada. Entre la fusión de estos dos artes, hemos encontrado bandas sonoras memorables y que perdurarán por el resto de la historia humana. Pero, del otro lado de la moneda, tenemos esas canciones que nadie recuerda de ciertas películas.

Primero, me permitiré compartir un poco mi experiencia en mi corta carrera musical, enfocándome en las ocasiones que pude participar en la creación de música en cortometrajes. La primera vez, tuve la libertad de hacer la música como a mí me pareciera mejor. La temática era sobre horror y la protagonista era una doctora con alteración de las emociones, quien atormentaba a sus antiguos pacientes. Para esto, yo compuse la música pensando en cómo se podría representar a esta persona con sonidos. Primero, puse una melodía sombría en 5/4. El ritmo, al ser poco común, ya te adentraba a lo desconocido, para después pasar a una melodía feliz, como si de algo bonito se tratase.

Me encargaron hacer un soundtrack una segunda y tercera ocasión. Cumplí mi trabajo, pero me terminé retirando debido pues, prácticamente, me pidieron plagiar bandas sonoras de otras producciones. Recuerdo que el “director” me mandó los soundtracks para copiar. Yo, claramente ignoré esa petición, hice mis propias composiciones y se las mandé. 

“Oye, tus canciones no se parecen a las que te mandé”, mencionó el director.

Me quedé perplejo ante esto, ya que, pensé: “No se parecen por obvias razones”. 

Bueno, hasta aquí dejo mis anécdotas y mejor vayamos a las películas, empezando con una dirigida por Quentin Tarantino.

Perros De Reserva (Estados unidos)

Quentin Tarantino es uno de los directores más aclamados y, a su vez, más criticados, ya que su estilo es único y es aún más única su forma de ejecutar sus ideas. Pero, como he dicho anteriormente, nos centraremos en la música y hablaremos un poquito de una escena en particular. Es nada más y nada menos que la escena donde “Rubio” tortura al policía, quien ya está atado en una silla y con cinta en la boca para ese momento.

La escena empieza mostrándonos a “Rubio”, sacando una navaja de su zapato y hablando sobre su programa de radio favorito mientras lo busca en dicho aparato. Dicha canción rompe el ambiente, ya que ésta es bastante alegre. El personaje comienza a bailar de forma vehemente, mientras el sujeto atado se pone nervioso y el miedo lo carcome. Pareciera que el policía quisiera decir algo, pero el que tiene la navaja en su mano le empieza a mutilar de poco a poco el rostro, y la cámara evita que veamos cómo le corta la oreja.

El criminal se retira un momento del escenario caminando, como si fuera un día común. De pronto entramos en eso, un día común y corriente. En las casas de alrededor no saben nada de lo que pasa, el silencio parece el de un domingo, donde la mayoría de personas están en casa relajándose. De pronto, “Rubio” abra la cajuela de su carro y, acto seguido, toma una garrafa de gasolina y regresa por el policía. En un instante, deja de caminar como un ciudadano común y vuelve a bailar al ritmo de la alegre canción. Así, baña a su víctima en gasolina, y retira la cinta de su boca solo para jactarse de sus alaridos y escuchar cómo ruega por su vida. Cuando “Rubio” está por lanzar el encendedor al camino de gasolina que lleva al policía, unos repentinos disparos le quitan la vida al criminal.

¿Qué encontramos aquí?

Primero, 9 de cada 10 aspirantes a cineastas que conozco creen que la música siempre debe ir acorde a lo que pasa, y desde hace 2 años me he preguntado “¿quién les dijo eso?” Aquí claramente podemos deducir que la canción y la escena no encajan en cuanto a emoción, ya que la melodía es alegre y con un ritmo bailable y la escena es sangrienta y bastante cruda. Al ver la película completa ya tenemos información de cada personaje, sabemos que “Rubio” es un psicópata, que está acostumbrado a cometer actos de ese estilo, que no va ponerse nervioso al torturar, ya que lo disfruta. “Disfruta” es la palabra clave. El personaje en todo momento lo disfruta, lo goza y le gusta torturar. Esto es lo que representa la canción, representa la felicidad de éste por hacer lo que más le agrada. Incluso durante la secuencia se le puede ver sonriente.

Aquí dejo el link de la escena. Aclaro que la puse primero porque la canción no es original de la película, pero desde aquí Tarantino ya dejaba claro que no era cualquier director underground.


Oldboy (Corea del Sur)

Oldboy es una película tan buena que no quiero hacer spoiler. Está en mi top 10 de las mejores películas de la historia y, claramente, su soundtrack no se queda atrás. Aquí nos podemos llevar páginas y páginas hablando solo de la música, pero he escogido la que es la principal: The Last Waltz. Obviamente hablare sin dar spoiler y, si llego a poner uno, alertaré antes.

El clarinete suena dulcemente por delante de un ensamble de cuerdas, de forma suave y relajada. El famoso ritmo de ¾ nos da la sensación de un baile, que bien podría ser triste o de despedida, como lo son los vals, que despiden una etapa para recibir otra. Aquí la música por si sola es una joya, pero la tristeza y dolor del protagonista está ahí desde un principio pero no lo sabemos hasta el final. Lo vemos envejecer encerrado, pelear contra un montón de mafiosos y enamorarse poco a poco de una mujer que lo acompaña.

En resumidas cuentas Chan-Wook Park es el amo del plot twist (giro de trama), si no la has visto, es momento de que lo hagas.

 

Anime y cine japonés

En los tiempos actuales el anime está en un punto muy alto y va de la mano de las películas de Japón. Es hora de mencionar cómo se trabaja la música en este cine, ya que en mi opinión es de las producciones en las que les echan más ganas para que en sus obras queden bien. Se puede notar el amor que les ponen a sus creaciones, a diferencia de, por ejemplo, los Estados Unidos, que es de los países más influyentes a nivel mundial en cuanto a streaming y contenido basura. Ya saben, el capitalismo.  Allá se suele llevar una forma de elaborar la música muy pobre, dejando a los músicos poca libertad creativa. Aunque aclaro que también hay unas que sí son realmente buenas.

Pero, regresando a Japón, podemos ver lo que sucede en la mayoría de los animes y películas que tienen un soundtrack original, haciendo memorable cada pieza. Por ejemplo, en “Naruto” de inmediato nos percatamos de los ritmos orientales, el sonido de las flautas en las peleas que hace que se te erice la piel mientras observas cómo se desarrolla la batalla.

Cabe aclarar, antes de terminar el escrito que la violencia no es buena, pero si le pones un buen soundtrack de fondo que te haga sentirte parte de esto, vale totalmente la pena.



En conclusión y por desgracia, se quedan muchos temas en el tintero. Espero que puedas escuchar y/o ver las obras mencionadas anteriormente, he sido Rulas el nahual 66.6.

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