Galería de Egresados – Entrevista a Bernardo González Burgos

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Por: Jaime González Rueda

Bernardo González Burgos es egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Cuenta con una prolífica carrera en la producción audiovisual y cinematográfica. Su compañía, Kiné Producciones, fundada en el año 2000, se especializa en la realización de videos corporativos, publicitarios e institucionales, además de realizar producciones para cine y televisión, con presencia a nivel México y otros países. 

¿Por qué estudiaste Ciencias de la Comunicación?

Cuando llegué a la facultad tenía la impresión de haber llegado a “la cantina de Star Wars”, para mi era un universo de seres extraños (dice entre risas). Yo realmente quería estudiar cine, es un gusto que tengo desde los 12 años, pero en San Luis Potosí no existía una escuela. Además, quienes queríamos estudiar cine éramos vistos como locos. 

Una prima había estudiado Comunicación en el Tecnológico de Monterrey.  Platicando con ella pude ver que era lo más parecido a lo que me interesaba, sobre todo por la cuestión audiovisual y el manejo de cámaras.

¿Cómo fue tu incursión a nivel profesional?

Antes de entrar a la universidad, en 1996, hice un largometraje, con la ayuda de amigos y primos. Era una película policiaca. Rentamos una de las salas de los “Cines Gemelos” y vendimos boletos en los semáforos. 

Entré al mundo del cine por una casualidad. Una tía me platicó una novela de ciencia ficción que estaba leyendo y que me intrigó mucho. Era la historia de unos astronautas que se perdían en el espacio y terminaban en un planeta desconocido. Ahí se encontraban a un ser extraño, el cual se les metía en la nave y los mataba. ¡La novela era  Alien!, en la cual se basaron para la película.

Recuerdo que a los 9 o 10 años fui con mí papá al videocentro.  Vi la portada de “Alien”, la reconocí, ya que era la misma del libro y pedí a  mi papá que la rentara.  Cuando vi la clásica escena donde revienta y sale el alien del techo, entré en pánico. Mi papá es psiquiatra y quiso ayudarme a enfrentar mis miedos, me explicó que eran efectos y simples actuaciones. Me dijo: “Mira, la sangre no es real, es falsa”, aunque años más tarde me enteré que sí era real, pues en la grabación usaron sangre de animales. Así, sin querer, me metió en el quehacer cinematográfico.

¿Te atrajo del cine las sensaciones que puede producir una película?

Sí, y la capacidad de crear un mundo que no existe, crear fantasías. Me gusta crear mundos y reconstruir épocas pasadas. Caminar en un set es algo irreal, es mágico. 

Luego, ya con mayor conocimiento del cine, me atrajo el manejo de cámaras.  Saber que detrás de una escena hay alguien que transmite su perspectiva visual. Así me surgió la idea de estudiar cine, sin embargo, vivir en Ciudad de México era complicado y mi papá me decía que estudiara una carrera más aterrizada. Vi el perfil de Toño Meave, quién ya había hecho cine y había estudiado Ciencias de la Comunicación en San Luis. Por su perfil vi que esta carrera era lo más cercano que había en la ciudad.

¿Has pensado en salir del género de fantasía y hacer producciones más apegadas a la realidad o al cine documental?

Sí, he hecho documentales, pero no es algo que yo busque. Me gusta más la ficción.  Me gusta el terror, lo épico.

La carrera de Ciencias de la Comunicación parece estar llena de soñadores, muchos no la veían como la primera opción de estudio, sin embargo esta aporta un perfil profesional muy particular, en tu caso ¿Qué te diferencia de otros cineastas que estudiaron únicamente cine?

Estoy de acuerdo. La carrera te abre un abanico de posibilidades. Los que estudiaron cine solo saben hacer eso: cine. Yo no me considero un cineasta, más bien soy un realizador audiovisual, y tengo la posibilidad crear producciones cinematográficas, pero también videos publicitarios y corporativos.  La carrera de comunicación te quita los límites. 

Entonces, dentro de los realizadores estarían los cineastas, ¿Estás en una categoría más amplia?

Pues sí, aunque considero muy pretencioso decir que soy cineasta. Para eso tienes que vivir del cine totalmente.

Si pudieras vivir del cine,  ¿dejarías tus otras producciones y proyectos relacionados con el ámbito publicitario?

En algún momento de mi vida lo he considerado. La labor del cineasta es contar historias con imágenes, en ese sentido hay que ser humilde, ¿qué tiene de malo hacer videos? Anteriormente era muy mal visto hacer videos de bodas y hoy es un lifestyle, incluso se usa el término inglés de “wedding photographer”. Es como decir que yo soy un “film maker”. Mientras tenga la posibilidad de contar una historia con una cámara, ¡sigo adelante! Guillermo Arriaga, un gran realizador, fue un ejecutor de videos corporativos y Ridley Scott también se dedicó a hacer publicidad. 

¿Cuál es tu sello como realizador audiovisual?, ¿Qué te distingue del resto?

No sé exactamente. Hay amigos que ven algún video o corto y dicen: “eso lo tuvo que hacer Bernardo, tiene su sello”, pero yo no sé exactamente.

Pero… ¿lo intuyes? 

Sí. Por ejemplo, me gusta el dinamismo en la cámara, utilizar ángulos forzados y no percibidos cotidianamente, a nivel de suelo. Que el espectador sienta el piso, ver como la cámara viaja desde abajo. Me gusta el protagonismo de la mujer, tal vez por la semilla que me insertó “Alien”, con el personaje de Ripley, un personaje que en un inicio se veía frágil y que termina por ser la heroína, la que sobrevive. Además, la relación y aprendizaje con las mujeres en los sets es muy enriquecedora. 

¿Cuáles son tus protagonistas femeninas favoritas del cine?

De entrada, Ripley, una de las mejores heroínas, y es una de mis referencias para todo. Soy fan de Star Wars, no es mi personaje favorito, mi personaje favorito es Han Solo, pero Leia se me hace muy fuerte e interesante. En el cine de terror me gusta que la mujer es quien lleva la batuta, por ejemplo en la saga de El Conjuro, la señora Warren. 

¿De dónde viene tu inspiración?

De la música, soy melómano. Colecciono soundtracks. Escucho de todo: opera, instrumental o jazz. De la pintura, por ejemplo, Ridley Scott utilizó de referencia las pinturas de Edward Cooper para algunas películas.  Algunas ideas vienen a la mente de las conversaciones con amigos, de historias interesantes de cuando la realidad supera la ficción. De escenas cotidianas que pueden ser muy inspiradoras y emocionales.

Eres un artista, supongo tienes sensibilidad, ¿se puede ser cineasta sin ser sensible?

Yo creo que no. Debes dejarte atrapar por las historias. 

Además de la sensibilidad, ¿qué más es necesario?

Capacidad de asombro. Puedes manejar la cámara, pero debes encontrar otras perspectivas. No ver las cosas a nivel de ojo.  Las imágenes deben contar historias por sí solas.

¿Para ser director se debe haber pasado por otros puestos?

En mi caso sí, he pasado por todos los puestos, desde preparar café hasta editar. Es una disciplina, debes saber las capacidades de todos los puestos.  Es como un director de orquesta.

¿Cómo seleccionar las locaciones y escenarios?

Primero lo imaginas y luego ves las posibilidades, qué opciones tienes, mucho te lo dicta el presupuesto.  El año pasado tuve dos cortometrajes de leyendas potosinas, grabadas en el Palacio de San Agustín. Yo conozco bien ese hotel, había trabajado en algunas producciones. El hotel nos iba a limitar las locaciones a las habitaciones que estuvieran disponibles. Yo había solicitado algunas habitaciones en particular, que son más amplias; sin embargo, la suerte nos llevó a que nos dieran otras, que justamente eran más chicas y apretadas. La limitación de espacio me forzó a verme más inteligente y creativo, y eso ayudó a que el rodaje fuera más rápido.

¿Qué tan difícil fue construir Kiné, tu empresa de producciones audiovisuales? 

Empecé con Kiné Producciones en el año 2000, antes de terminar la carrera. Hacíamos  videos promocionales. Empecé con una Imac y una cámara digital de 8 mm, si necesitaba recurrir a un equipo más específico lo rentaba. En San Luis te topas con un mercado muy cruel, te ven como “los del video”, te preguntan cosas como: “¿por qué me vas a cobrar tanto por un video?, si yo tengo un sobrino con el nuevo Iphone que saca videos buenísimos”, o vas y armas tu equipo frente a ellos y te dicen: “con ese equipo debes sacar muy buenas tomas”, como si lo hiciera el equipo automáticamente. No soy un registrador de imágenes, para eso basta con que alguien sepa operar una cámara, yo vengo a contar una historia, algo que genere sentimientos. Saber cómo cobrar es importante.

¿Tú cómo cobras?

Es muy relativo. Como cobrar es algo que ninguna escuela te enseña. Tienes que cobrar tu equipo, el tiempo invertido, no los minutos que dura el producto.  Se debe cobrar por hora trabajada. Si cobras por proyecto terminas trabajando más de lo que te pagan. 

¿San Luis Potosí es un mercado cerrado?

Algo. En Ciudad de México es otro rollo, allá la competencia es mayor. 

¿Por qué nunca saliste de San Luis Potosí? ¿Qué te mantiene aquí?

Fue una serie de eventos desafortunados. Cuando acabé la preparatoria yo iba a estudiar cine en el Centro Experimental de Roma, pero no pude obtener la beca. También quise estudiar cine en Nueva York, vi las becas Rockefeller, pero fue el año de las torres gemelas, y la situación era bastante complicada. En ese momento vino al rescate Oscar Montero y me sugirió que platicara con su hermano, el cineasta Rafael Montero. Hablar con Rafael me clarificó el panorama, recuerdo que me dijo: “tú puedes hacer cine donde quieras”.  

Otra razón para permanecer en San Luis, es que todo está centralizado en la Ciudad de México, tenemos que luchar contra esta situación. Además, ahora veo que muchos amigos que se fueron a vivir a la Ciudad de México están regresando a San Luis Potosí.

Yo permanecí en San Luis, pero empecé a abrirme camino fuera de México. En EUA, colaboro con una compañía de producciones audiovisuales y cinematográficas desde hace 15 años.

¿Cuál consideras es tu máximo logro a nivel profesional?

El poder decir que vivo de lo que amo. Mi productora cumple en abril 22 años.

¿Qué tipo de legado quieres dejar?

Que mis producciones sean recordadas. Marcar un estilo. Sería muy padre que alguien quisiera imitarme. Francis Ford Coppola dijo que los premios no significan nada, lo que habla es el trabajo de cada quien. Es maravilloso el hecho de que alguien se quiera “piratear” tu trabajo. La cineasta Claudia Saint Luce  me dijo en una ocasión: “yo sería de la idea de que mis películas estuvieran en Tepito, el mayor regalo es que se vean”.

Si te parece cerramos esta entrevista con unas preguntas rápidas:

Adelante.

Película favorita: Alien

Mejor director: Stanley Kubrick

Mejor actor: Harrison Ford

Mejor actriz: Natalie Portman

Personaje masculino: Han Solo

Personaje femenino: Sin duda Ripley

El país que produce el mejor cine es: Estados Unidos, a pesar de la crítica a Hollywood, muchos quisieran estar ahí.

El cine en tres palabras es: inspiración, pasión y emoción.

La comunicación en tres palabras es: humana, esencial y conciliadora.

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Un comentario en "Galería de Egresados – Entrevista a Bernardo González Burgos"

  1. Bernardo es de esos egresados de Comunicación de los que te sientes orgulloso aún sin haberlo tratado personalmente… es inspirador leer esta entrevista. Felicidades.

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