Juventud verde: A favor del cambio en el mundo

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Por: Fabiola Villar Arriaga

Vivimos en la era de la información, las redes sociales y, además, estamos rodeados permanentemente de tecnologías de la comunicación. En este contexto el “influir” cobra vital importancia, más si nos referimos a cuestiones medioambientales, pues el tiempo para generar un cambio de conciencia social y crear una “cultura verde” tiene sus días contados. Lo hacemos hoy o las consecuencias futuras son abrumadoras e imprevisibles.

Platicamos con Marianela Villasuso, quien es licenciada en Ciencias Ambientales y de la Salud, actualmente estudiante de la Maestría en Desarrollo Sostenible. Como profesionista se desempeña como consultora del medio ambiente y desarrollo. Su interés por causas medioambientales surge a temprana edad, al estar en contacto con la naturaleza, y entender la importancia del medio ambiente y de cualquier ser vivo. Al momento de elegir una carrera se encontró con una rama que engloba todo ese universo verde: plantas, animales y cuestiones climáticas, conjuntadas con los factores humanos.

El desarrollo sustentable a nivel país, respecto al cuidado del medio ambiente, se encuentra en un escenario bastante grave. Estamos en una línea muy delgada entre la posibilidad de actuar en favor del planeta y un punto de no retorno. Marianela comenta que en México tenemos uno de los marcos regulatorios más fortalecidos del mundo en materia ambiental, al ser el primer país en tener una Ley General de Cambio Climático. Si bien, a nivel legal, las cuestiones ambientales han sido una prioridad para las últimas administraciones gubernamentales, por otro lado, somos uno de los países que menos presupuesto destina a implementar las medidas que vienen expuestas en el marco regulatorio de las leyes, así muchas cosas quedan solo en papel por parte de los organismos dedicados al cumplimiento de estas leyes. La idea es lograr un equilibrio entre lo económico, lo social y el respeto a la naturaleza. 

Sus primeros pasos como asesora de medio ambiente vienen como activista. Siendo estudiante trabajó para el despacho del connotado abogado, Gustavo Barrera, donde revisó litigios de áreas protegidas y ordenamiento territorial. Los temas ambientales iban en alza, y en San Luis Potosí no existía un espacio dedicado a tratar estos temas legales. Posteriormente fue invitada a formar parte del despacho y empezar con una iniciativa para resolver diferentes asuntos, englobados en un proyecto que uniera tanto la parte técnica como la jurídica. Así surgió el despacho Barrera-Villasuso que Marianela, de la mano de Gustavo, dirigen junto a un grupo de especialistas. 

El despacho inició con consultorías tanto a organismos públicos como a empresas, que piden asesoría para mantenerse vigentes frente a los cambios en materia de ordenamiento territorial. “Es importante entender que se puede compaginar el desarrollo económico con el ambiental” comenta Marianela. A su vez afirma que es esencial que el crecimiento urbano no afecte el abastecimiento de los recursos naturales, lo cual se logra con una planeación adecuada. No solo se pierde la cuestión de tiempo y dinero, al no resolver estos temas, lo más importante es la parte de la calidad de vida de las personas.

Hablar del medio ambiente es un campo altamente técnico que requiere un grado de especialización que no se alcanza solo con la licenciatura, sino que es necesario continuar con otros grados. Los miembros de este joven despacho se encuentran constantemente en programas de actualización, además de compartir una pasión por el tema verde. Una de las fórmulas para el funcionamiento del equipo es utilizar la experiencia con las ideas de un equipo joven, en su mayoría integrado por personas menores de treinta años. 

Aun cuando contó con el apoyo de su jefe, al inicio de este emprendimiento, Marianela se enfrenta con el reto de ser joven, mujer y profesionista: “es una de las combinaciones que hacen más corto circuito en la mente de algunos mexicanos”.  Al final el trabajo y la profesionalidad hablan por sí solos, al ser hoy uno de los pocos despachos especializados en temas de cultura verde y desarrollo urbano.

Existen influencers que promueven marcas con ideología verde a cambio de un pago, siendo un nicho de mercado para el país y todo el mundo. Sin embargo, esto debe de ir más allá, comenta Marianela, es cuestión de conciencia; de reflexionar que como individuos somos parte de un todo, de un ecosistema. Villasuso reconoce que en la medida en que nos reconocemos como parte de este mundo, el instinto de proteger el medio ambiente crece, simplemente por estar inmersos en él. “Toda acción en una parte del sistema tiene su repercusión en otra. Todos necesitamos de agua limpia para sobrevivir, de alimentos y de oxígeno con buena calidad” afirma la joven consultora. 

Al hablar del medio ambiente la comunicación y la educación son esenciales, al ser un tema altamente técnico. No cualquiera lo domina, es mejor buscar profesionales y compartir información generada a través de canales confiables a fin de no desinformar y no contribuir a la degradación de nuestro entorno. “Sin información adecuada, sustentada y sería no vamos a llegar a ningún lado” dice Marianela.

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