Cultivando lectores – Entrevista a Diana Langarica

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Por Deborah C. Chavarría Dueñas

“El fomento a la lectura debe ser algo permanente, es algo que se queda por siempre”

Diana Langarica, lectora, tallerista y fundadora de la editorial independiente “Departamento de Libros”, comparte con nosotros una serie de reflexiones en torno al hábito de la lectura y su cultivo entre los más pequeños; a través de su trabajo con talleres de fomento a la lectura y una trayectoria de vida plagada de libros, Langarica nos deja echar un vistazo a su parcela de lectores. 

¿Qué fue lo que te llevó a incursionar en el mundo de los libros?

Mi relación con los libros y las revistas viene de tiempo atrás; comencé a leer desde muy pequeña, me llamaban mucho la atención las revistas, siempre fue un gusto leerlas. Una de las anécdotas de mi madre es que, cuando yo era niña, me daba revistas y, si ya las había hojeado, se las aventaba, yo quería revistas nuevas. Mis padres me leían cuentos antes de dormir y mi casa estaba siempre llena de libros.

Estudié la carrera de diseño gráfico y desde ahí me incliné hacia el diseño editorial, mi servicio lo realicé en esta área, en la Facultad del Hábitat con Ismael Posadas, a quien le debo una gran parte de mi amor por hacer libros. Mi especialidad en Diseño Editorial me permitió abrir los ojos al mundo tan vasto de los libros, todas las opciones, variantes y alternativas, más específicamente en la oferta de libros para niños; mi tesis de Maestría fue, precisamente, acerca de productos y colecciones para niños. 

Mi interés por lo infantil viene de ser hermana y prima mayor, el trato con los más pequeños de mi casa marcó la pauta. Me especialicé en el fomento a la lectura, pues creí que para dedicarme a hacer libros para niños tenía que entender cuáles eran sus necesidades, los cómos y los por qués.

¿El fomento a la lectura debe ser constante a lo largo de la vida del niño?

El fomento a la lectura debe ser algo permanente, es algo que se queda por siempre. 

¿Qué define a un niño lector?

Su capacidad de comprensión de la lectura, imaginación, habilidad de resolución de problemas, reacción ante una situación de crisis, curiosidad… Hay muchísimas maneras de notar si el niño es lector o no. 

¿Cuál consideras que es el elemento que hace a los niños y jóvenes interesarse por leer textos de divulgación cultural y científica? 

La curiosidad, principalmente, aunque también impacta mucho el acercamiento con el que se planee darles esa información. Es muy importante tener en cuenta y saber el nivel de comprensión lectora de los niños, porque si se les proporciona un texto que vaya más allá de lo que pueden manejar es muy probable que lo dejen, lo hagan a un lado. Una mala decisión al momento de escoger el material que se les va a presentar puede dar lugar al rechazo.

¿Es posible que el niño desarrolle un hábito por la lectura sin impulsos externos (entiéndase apoyo y fomento en casa y/o escuela)? 

Si, es completamente posible, sin embargo, será siempre más fácil que lo haga por repetición, por haberlo visto en casa; no es necesario que esta figura lectora, la que pone el ejemplo, sea uno de los padres o ambos, puede ser un abuelo, tío, una bibliotecaria que lo invita a que se acerque a los libros y se vuelve un refugio, los factores de influencia son infinitos. 

Cuando la lectura es una práctica impuesta va a haber un rechazo, se enciende el foco rojo en cuanto al acercamiento que le estamos dando; el impulso y el apoyo, el fomento a la lectura por parte de estas figuras debe ser dado desde un lugar positivo, como una invitación, no como una orden. En muchas ocasiones está implícito en otras partes, el interés por saber quién es un músico de su gusto, la historia de ese videojuego que juega todo el tiempo, el amor por la lectura no nace precisamente de tener un libro en frente. 

¿Cuál es, específicamente, el papel de los padres o tutores en el proceso de generación y cultivo del hábito de la lectura de los más pequeños en casa? 

Acompañarlos en el proceso. Despertar la curiosidad sería el primer paso que yo recomendaría, leer con ellos sería más fácil para introducirlos a textos más complejos, dependiendo de sus edades. Acostumbrarlos a que, cada noche antes de dormir, se lea al menos una página, esto facilita el desarrollo de habilidades y hábitos que los acompañarán toda la vida (díganse habilidades de convivencia, resolución de problemas, comunicación…). Creo también que es de suma importancia encontrar e ir por los temas que le apasionen al pequeño, trabajar la lectura por esos flancos, poner atención y buscar materiales alrededor de estos. 

¿Es el mismo caso al tratarse de las escuelas o instituciones gubernamentales que trabajan el fomento a la lectura?

Ahí es un poco diferente. En casa nosotros podemos conocer a nuestros hijos, saber qué es lo que les gusta y hacia dónde van, en cuestión de escuelas es un poco más complejo porque se tiene un grupo, dificultando el hacerlo individualizado. A mí me gusta realizar actividades en las que todos estén integrados, digamos, no vamos sólo a leer, sino realizar actividades en torno a la lectura, que funcionen a manera de complemento; sustituir la experiencia individualizada con la construcción de talleres que tomen en cuenta el refuerzo en grupo de la lectura y piquen el interés de los niños.

¿Es posible introducir la lectura a los niños y jóvenes como una alternativa o complemento a los contenidos en línea (videos de YouTube, contenido en otras aplicaciones, videojuegos…)?

Si, aunque definitivamente es complicado. La tecnología presenta tantas opciones que hace parecer casi imposible que se acerquen a un libro, sin embargo, hay muchas estrategias en las que libros y tecnología ya están ligadas. Existen materiales, videojuegos o libros que se complementan el uno al otro; considero que estos materiales en línea pueden ser de ayuda al acercamiento, son rutas de entrada. El fomento a la lectura que se les presenta a los niños ayuda muchísimo a hacer de la tecnología una herramienta más, pero no la única. 

¿Dónde comienza la planificación de los talleres de lectura que se realizan en “Imaginario”? ¿Cuál es el primer paso? 

El primer paso es el objetivo. Dentro de los diferentes talleres de fomento a la lectura existen también distintas metas; una parte importante para la construcción de estas, y posteriormente de los talleres, es la edad. Dependerá de la madurez y capacidades de los niños con los que se piensa trabajar. ¿Qué es lo que estamos buscando?, ¿es un taller para una escuela o biblioteca pública?, ¿qué grado de escolaridad tienen los niños con los que estamos trabajando? Todas estas son preguntas que tenemos que hacer al momento de poner la primera piedra. 

En ocasiones, al trabajar en comunidad, las condiciones de los niños, el tipo de acercamiento y de libros a los que tienen acceso, son completamente distintos a aquellos de su edad en la ciudad. Por tanto, el acercamiento y la estructura del taller deberá ser distinta. Una vez que se tiene el objetivo y el público claro, es mucho más fácil definir la estructura. 

En tiempos de pandemia ¿Cómo se manejan los talleres? ¿De qué manera puede ponerse al alcance de los niños en condición de virtualidad el contenido que recibirían de talleres en físico?

La llegada de la pandemia fue algo que nos puso a temblar. El taller principal que nosotros -“Departamento de Libros”, a través de “Imaginario- hacemos, “El escritor cumpleañero del mes”, un taller mensual y gratuito, llevaba un año y medio haciéndose en bibliotecas públicas, pero en el momento que estalla la pandemia, tuvimos que hacerlo todo desde lo digital. 

Buscamos la manera de hacerlo funcionar, aunque hubo muchos cambios; la idea original del taller es crear un periódico mural en conjunto (que se quedaba pegado todo el mes, para que otros niños que asistieran a la biblioteca también pudieran recibir esa información e interesarse), convivir en familia, que los niños pudieran socializar y analizar la vida del autor a la par de su obra. Dadas las circunstancias, tuvimos que migrar a la plataforma Zoom y, aunque el taller conserva su esencia, sí fue un cambio enorme. La duración anteriormente era de 2 horas, ahora es de 45 minutos y, hablando del contenido, como ya no tenemos a los niños físicamente frente a nosotros, tuvimos que basar los talleres ya no tanto en libros, sino en películas, documentales o lo que inspiró el autor, usando la tecnología y las redes sociales como herramientas de apoyo. 

¿La divulgación científica y cultural al alcance de los niños puede significar jóvenes más informados y curiosos? ¿El fomento a la lectura es entonces un factor de vital importancia para las generaciones del futuro?

Por supuesto, y no sólo es de vital importancia para generaciones futuras, es vital hasta para la nuestra, para cualquier edad, leer te va a dar muchísimos beneficios, como habíamos platicado. Todo este cúmulo de cosas positivas que deja la lectura, en cualquier momento de la vida son necesarias. Creo que el fomento a la lectura no es algo que deba pausarse en cierto momento o a cierta edad, al contrario, debemos tenerlo por siempre, incluso con nosotros mismos.

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Un comentario en "Cultivando lectores – Entrevista a Diana Langarica"

  1. Es un placer haberte conocido, te felicito por todo el trabajo que hacer por los niños que son el futuro, te mando un abrazo con mucho cariño Diana Langarica.

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