Beetlejuice Beetlejuice: El Inframundo 36 años después

Comparte

Por Sergio Carrión

«Encendamos el zumo y veamos qué se suelta» Beetlejuice

En la industria del cine, existen varios individuos y componentes que están detrás de la creación de una película. Primero tenemos al estudio, el lugar que funge como la principal fuente de inversión/distribución para crear las distintas producciones audiovisuales que vemos día tras día, y luego están los miembros de producción, que son los encargados de que las ideas y la magia cobren vida. Hay muchos involucrados que los conforman, desde los compositores que se encargan de realizar las bandas sonoras, hasta los actores que son los responsables de traer a los personajes a la vida; pero el más importante de todos y la principal cabecilla detrás, es el director.

Sin embargo, existen ocasiones en las que el director tiene una forma tan específica de trabajar, no solo de forma narrativa, sino también de forma visual, que se convierten en su firma personal, y que se vuelve tan identificable con solo ver alguna película de su filmografía. Por ejemplo, tenemos a Wes Anderson y sus colores brillantes y tomas simétricas, Guillermo del Toro y sus historias de monstruos incomprendidos, Cristopher Nolan con sus grandes efectos especiales y sus narrativas no lineales, etc. pero, si existe un director cuyo estilo ha encantado y sorprendido a las audiencias en distintas ocasiones por lo creativo que ha podido llegar a ser, y su nombre es Tim Burton.

Gracias a su estilo gótico, sus dibujos poco convencionales, y su imaginación pintoresca; Tim Burton ha sabido cautivar a las audiencias a través de sus producciones, ya sea en acción real o en animación stop-motion. Debido a su ingenio y su rareza, han salido varias películas que hasta el día de hoy son considerados como clásicos del cine, como El Joven Manos de Tijera, El Cadáver de la Novia, Batman de 1989, y la propuesta que protagoniza esta reseña, Beetlejuice.

Beetlejuice es considerada como el trabajo más original que Tim Burton pudo haber creado. Presentando una visión única y bizarra sobre la muerte y dándole un giro a las historias sobre casas embrujadas, sumándole al demente y caótico demonio protagonizado por el gran Michael Keaton; Beetlejuice ha logrado dejar su marca en la mente de los cinéfilos de corazón y trascendido a través de los años mediante diferentes productos como una serie animada, y reinterpretaciones como un musical de Broadway.

Ahora 36 años después, Tim Burton decide regresar al más allá con la tan anticipada secuela que nos trae al ya icónico súper fantasma de regresó para seguir atormentando a la familia Deetz. Acompáñenme a averiguar si vale la pena darle una oportunidad a esta película.

¡EL JUICE ESTA DE REGRESO!

La historia nos traslada a los tiempos actuales. La adolescente gótica de la primera película, Lydia Deetz, ahora es una mujer adulta y madre de una hija rebelde, Astrid Deetz, con quien lleva una terrible relación por ciertos motivos. Cuando la repentina muerte de Charles Deetz, padre de Lydia, hace que toda la familia Deetz se reúna en la antigua casa en Nueva Inglaterra para honrar su muerte; esto termina provocando que Astrid por varias coincidencias, abra una vez más el portal hasta el inframundo, trayendo de regreso al demonio Beetlejuice y trayendo la locura a la vida de Lydia una vez más. Ahora depende de Lydia hacerle frente a este bizarro ser para evitar que alguien diga su nombre tres veces o sino el caos se desatara una vez más.

Vamos a empezar dejando en claro una cosa: Volver al inframundo se siente tan genial y extraño como si fuera la primera vez. Si hay algo que siempre ha caracterizado a la película original, es la visión tan única, grotesca y divertida que Tim Burton tenía sobre la muerte. Ver a los distintos fantasmas que habitan en el lugar y descubrir las formas tan sutiles y horribles sobre como murieron, y al mismo tiempo, observar los distintos lugares que ofrece, desde una sala de espera donde deciden el rumbo de tu alma hasta una luna de Saturno donde habitan gusanos que devoran a los fantasmas que se pierden, no cabe duda de que la vida después de la muerte jamás se había visto tan extraña como extravagante. En el caso de esta película, el uso de los efectos prácticos combinados con los efectos digitales y animación stop-motion, le brindan todavía más vida a este lugar que prácticamente está muerto, logrando que las escenas que involucran a este lugar sean las mejores de la película.

De igual forma, Michael Keaton y Winona Ryder, regresan para interpretar sus papeles que los lanzaron a la fama, y no podrían haberlo hecho mejor. Esta dupla logra interpretar a sus respectivos personajes de una forma tan maravillosa y esplendida de tal modo que se nota de cierta manera que extrañaban tanto ponerse en su piel y que nacieron para caracterizar a estos personajes. También, Jenna Ortega logra entregar un trabajo más que destacable como la hija de la protagonista; ojalá tenga mucha suerte en el futuro porque si tiene potencial.

En cuanto a cuestiones de guion y narrativa, podríamos decir que está bien. Una de las principales diferencias que tiene esta película con su antecesora es que el humor está mucho más suavizado que antes. La película original tenía esa característica de tener un humor que consistía en chistes o situaciones subidas de tono, en especial cuando Beetlejuice estaba en pantalla, característica que fue altamente modificada en la secuela, con tal de adaptarla a la época actual. Afortunadamente esto no resulta en ningún inconveniente ya que la película logra mantener de cierta forma la chispa de la original, por no decir que algunos chistes si daban risa. También y como sucedió con Intensamente 2, la película repite algún que otro momento de la película pasada, pero en esta ocasión es para aprovechar el factor nostalgia que se ha utilizado en otras producciones como Deadpool y Wolverine. Pero igual, esto no afecta tanto ya que la película se sostiene por sí misma.

UN REGRESO NO TAN PERFECTO

Desafortunadamente, la película si cuenta con algunos problemas bastante grandes y notorios que hacen que se quede algo corta con respecto a su antecesora.

Primero tenemos el conflicto familiar entre Lydia y su hija Astrid. Si bien es uno de los principales atractivos de la película y no está para nada mal, es verdad que la película se centra demasiado en eso en una muy buena parte del film que provoca que la película tarde algo en agarrar vuelo y la cosa se ponga emocionante. Con esto no quiero decir que el conflicto de la protagonista no importe demasiado, es solo que termina opacando a la historia durante un buen rato.

Luego tenemos a los nuevos personajes protagonizados por Williem Dafoe y Mónica Bellucci. Williem Dafoe interpreta al oficial Wolf Jackson, el jefe del departamento de policía del inframundo que vendría siendo el comic relief de la película, y Monica Bellucci interpreta a Delores, la ex esposa de Beetlejuice cuyo objetivo es ajustar una cuenta pendiente que tiene con el super fantasma. Sus personajes en los avances parecían interesantes y atractivos por lo que podrían aportar en esta película, desgraciadamente no fue así. La importancia de estos personajes es tan nula e insignificante que no es hasta que vuelven a aparecer en pantalla que te acuerdas de su existencia, ósea sí, son parte de la trama, pero solo están allí… y ya, no aportan algo a la película y si los quitamos del camino, todo seguiría igual. Es increíble como desperdiciaron actores de un alto calibre para unos personajes que no importan en lo absoluto. 

Por último, la película tiene demasiadas subtramas que terminan chocando unas con otras y que al final varias solo sean de relleno para completar con la duración de la película.

ATRÉVETE A DECIR SU NOMBRE TRES VECES

Al final del día, Beetlejuice Beetlejuice es una buena secuela que, aún y con todos sus problemas, logra ser entretenida y también conserva la chispa y encanto de la película original. Con una magnífica combinación entre lo tradicional y lo moderno, una dupla protagonista que logran conservar el espíritu de sus personajes y una gran banda sonora, este es un film que demuestra que Tim Burton no ha perdido el estilo y que todavía puede seguir encantando a las audiencias con sus irreverentes ideas.

Todavía es algo incierto sobre si es posible una tercera entrega, pero por lo que se llega a mostrar en el final, no dudo que nos puedan sorprender con una nueva película. Un excelente plan de fin de semana para ver la película en la Cineteca Alameda que estará expuesta hasta el 17 de septiembre.

TE RECOMENDAMOS:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.