Por Sergio Carrión Báez
Dentro de la industria cinematográfica, existen varias franquicias que marcaron un antes y un después en la historia. Sagas que son ejemplos de cómo innovarƒ en distintos géneros, que marcaron un legado que sirvieron de inspiración para futuras producciones, y que cambiaron la forma de crear narrativas para siempre.
Ejemplos de este tipo hay muchos, tenemos a Star Wars, Terminator, Halloween, Alien, Shrek, y el que es propósito de este artículo, El señor de los anillos.
La épica de fantasía creada por J.R.R Tolkien, se había vuelto todo un fenómeno dentro de las comunidades de lectores en todo el mundo. La travesía del hobbit Frodo Bolsón para destruir el anillo con el poder maligno de apoderarse de toda la Tierra Media, presentaba un gigantesco mundo habitado por una buena diversidad de seres, que iban desde los sabios elfos hasta los sanguinarios orcos, al mismo tiempo que presentaba una amplia mitología que le brindaba identidad a todo este universo.
A principios de la década del 2000, el cineasta Peter Jackson se dio la titánica tarea de llevar a esta gran historia a la pantalla grande. Dicha misión no era nada sencilla, ya que la obra a adaptar era bastante larga y compleja, por no decir que al igual que Dune de Frank Herbert, la obra de Tolkien era considerada como una de esas obras que eran prácticamente inadaptables por donde se le viera. Pero contra todo pronóstico, la versión cinematográfica de El señor de los anillos terminó siendo un éxito rotundo, con una trilogía que acumulaba un total de más 2 millones de dólares de recaudación a nivel mundial, que convirtió a actores que eran desconocidos en estrellas de cine, y cuyo desarrollo era todo un caso de estudio.
Con el pasar de los años, se le han ido realizando distintos homenajes a esta franquicia, y la ocasión que se presentó actualmente no es la excepción. El pasado jueves 25 de abril en el Teatro de la Paz se llevó a cabo el concierto sinfónico audiovisual dedicado a El señor de los anillos, orquestado por la filarmónica ORPHEUS proveniente de Estado de México, y contando con la organización y colaboración de la Sociedad Tolkiendili SLP.
En este artículo, relataré como fue vivir toda esta experiencia y brindaré mi veredicto para ver si el precio del boleto valió la pena.
EL DESEMPEÑO DE LA ORQUESTA Y EL MATERIAL UTILIZADO
Para comenzar, ¿quiénes son los de la orquesta filarmónica de Orpheus? Es un pequeño grupo musical procedente del municipio de Toluca en el Estado de México. Conformado por talentosos jóvenes y su profesor, van de gira por el país realizando distintos eventos en forma de homenaje hacia distintas franquicias como Harry Potter, Star Wars, Dragon Ball, etc.
Tuve la oportunidad de presenciar que tan bueno era este grupo y si de verdad eran tan buenos como parecían. Aquí puedo decirles que efectivamente son un grupo con dedicación y compromiso al momento de trasladar las piezas musicales a sus instrumentos. Oír en vivo varias de las piezas musicales compuestas por Howard Shore a través de esta presentación me puso completamente la piel de gallina, ya que la manera en la que estos jóvenes tocaban es digna de admirar, y puedo decir que su organización y profesionalismo si llegan a tener el parecido al de una orquesta profesional.
Aunque también esta presentación peca demasiado en cierto detalle, y eso es en lo repetitivo que se llega a tornar. Esto se debe a que la orquesta Orpheus no es un grupo tan grande como se pueda imaginar, es más, podría decir que solo ocupaban la mitad del escenario y había espacio extra para rellenar. Por lo que esto también significó una gran limitante de instrumentos, lo que impedía que dicha orquesta no pudiera acceder a una buena parte de la banda sonora de la franquicia. Hay un total de cuatro temas musicales que son los que se llegan a repetir hasta el hartazgo, los cuales son: One ring to rule them all (el tema de apertura de la trilogía), Concerning Hobbits (El tema de la comarca), The uruk-hai (el tema de los orcos) y el tema principal. Durante la primera mitad estas eran las piezas más recurrentes que se podían escuchar, y este detalle es lo que hacía que la primera mitad se llegara a sentir extraña, y también llegaba a incomodar el hecho de estar escuchando lo mismo una y otra vez.
Afortunadamente, en la segunda mitad que es donde entra la música de “El retorno del rey”, se aprecia una mejoría en cuanto a la variedad musical. Le dan la oportunidad a otra parte de la banda sonora, y eso hace que el evento sea más llevadero.
Por cierto, una de las sorpresas de dicha ocasión, fue la inclusión de la música de El Hobbit, la trilogía precuela que narra los hechos antes de Frodo y la comunidad del anillo.
¿VALIÓ LA PENA?
Después de haber experimentado dos horas de escuchar la sublime música de El señor de los anillos, puedo decir que la experiencia fue… buena y ya.
Esto no es por subestimar a la orquesta filarmónica Orphus, porque sí lo hacen de maravilla y se nota el nivel de profesionalismo que se cargan, pero detalles como la constante repetición de pistas, sumándole notables fallos técnicos (afortunadamente fueron pocos) y también el pensar que si habían otros temas que sí pudieron haber tocado con lo que tenían; te hacen sentir como que esto pudo haber sido mejor.
Aun así, si recomendaría darle un vistazo al trabajo de este grupo musical, siento que si recibieran más apoyo, podrían seguir mejorando para así presentar trabajos mejores de lo que actualmente hacen.