Por: Fabiola VA
Ilustración: Jaime G. Rueda
Si bien la sociedad en su mayoría pone especial atención a lo que la vida le depara en materia de salud y dinero, deja que el destino los sorprenda en el sector del amor. Nos referimos a los signos zodiacales y la astrología que se vuelve un estilo de vida para muchos.
Es un tema de interés a nivel global y según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los mexicanos creen en los horóscopos más de lo que se pensaría, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ciencia y Tecnología de 2015, elaborada por la máxima casa de estudios, gran parte de la población del país cree más en lo que dice su horóscopo que en divulgaciones científicas realizadas por investigadores y expertos en diferentes áreas, curioso, ¿no?
El amor en tiempos del horóscopo. Para solucionar los problemas del corazón no es suficiente con conocer tu signo. Lo explica esta novela para leer con la sonrisa puesta.
Vanity Fair
La astrología es todo aquello que existe, pero no es visible (no se puede medir), una creencia que se transforma en la esperanza de que todo pueda suceder debido a la alienación del universo.
Netflix apuesta por el tema zodiacal con la serie italiana “Guía Astrológica de los Corazones Rotos” (2021), basada en la novela homónima de Silvia Zucca (2015). El impacto de la serie se debe a su novedoso formato, al girar la vida de sus personajes a partir de sus cartas astrales, como la de su protagonista Alice, cuya vida es un “maravilloso” caos como la existencia misma. En la actualidad se apuesta a que los espectadores prefieran historias contadas en las plataformas de distribución digital, en un formato audiovisual, y eso pueda llamar la atención del usuario para adquirir un ejemplar escrito, en ese orden y no al revés como antes era costumbre.
La historia se sumerge en la vida amorosa y laboral de la protagonista (Alice). Su compañero de trabajo es, para su mala suerte, su ex novio, a quien no ha podido superar después de haber sido engañada con otra compañera de la televisora donde ambos laboran. Todo cambia cuando los astros intervienen y Alice es nombrada productora de un nuevo programa. En una noche de copas comparte la idea de un reality, con la intención de medir compatibilidades astrales entre los invitados quienes buscan el amor.
En este contexto de trabajo, Alice conoce a su nuevo amigo, una persona sensible a los astros, ideal para conocer los perfiles de los signos zodiacales. Tanta es la obsesión de la protagonista que empieza a tomar decisiones basadas en su signo. Otro personaje que veremos es el nuevo jefe del canal, un hombre apuesto que atrae la atención de nuestra protagonista.
Si regresamos al estudio abordado al principio del artículo, basado en una investigación del titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC), José Franco, reveló que factores como la edad, el grado de estudios y el nivel socioeconómico de las personas son agentes que influyen en sus creencias. De acuerdo con el estudio de José Franco, en una escala de 10, los mexicanos califican su conocimiento sobre temas que tienen que ver con la ciencia y tecnología en 5.2 puntos, a lo que el investigador señala, “aún tenemos más confianza en los horóscopos que en la ciencia”.
«La traductora de Cincuenta sombras de Grey en Italia publicó su propio best seller. Estamos ante una novela alegre, una historia de amor contada con ironía, con una protagonista atractiva sobre un tema llamativo y que da juego desde el punto de vista narrativo.»
La Repubblica
Según un artículo del periódico argentino el Clarín, la astrología cobró un auge en los años ochenta, mismo que perdura hasta la actualidad, lo que explica el aumento en la venta de los horóscopos año con año.
Es interesante conocer sus orígenes como un sistema de conocimiento muy antiguo que data de Mesopotamia (alrededor del 3000 AC), de la mano de los Sumerios, quienes fueron los primeros en escribir y describir los movimientos de los planetas en el zodiaco, con las constelaciones tal como las conocemos hasta el presente. Las más antiguas tablas de arcilla que se conocen con datos precisos del movimiento de los planetas en sus signos astrológicos, incluyendo interpretaciones clásicas de los siete planetas visibles, datan del 2340 AC. Muchas de estas tablillas escritas en idioma cuneiforme se encuentran en el Museo Británico de Londres.
En este principio, tanto astronomía como astrología y religión estaban unidas y representaban una misma cosa: la humanidad en vínculo constante con la naturaleza que la rodeaba. De esa manera, esta civilización sincronizaba absolutamente la vida cotidiana con el movimiento de las estrellas, pero con el paso del tiempo se fueron distanciando una de otras causando cierta polémica al relacionarlas con la religión. Con esto se puede ver que no es una creencia nueva sino lo cambia es la forma en cómo se aplica es la que se ha ido ajustando dependiendo del contexto en el que se encuentren.
«El best seller Guía astrológica para corazones rotos inaugura un nuevo filón. Los signos zodiacales del siglo XXI se reinventan con ironía e inteligencia.»
La Stampa
Otra forma de verlo es al tener noción de lo que depara el futuro, comienza la persona a sentirse más segura para tomas sus decisiones y necesita ese empuje que faltaba, una forma de empoderarse y tomar riendas de su propia vida, claro, aunque no siempre salga como se desea la realidad es diferente. Es un recurso que se utiliza para encontrar el cambio que se necesita para seguir adelante, una inversión en la persona para usarse a su favor, pero no es la solución de los problemas y eso no descarta que en el camino se pueda sufrir en el intento. A partir de los 90 y gracias a la ayuda de software especializados, levantar una carta natal fue extremadamente sencillo y puso a la astrología al alcance de todos. Además, el uso de estas herramientas generó una amplitud en la comprensión, facilitó y enfocó la investigación aún más y abrió a la formación de diferentes corrientes dentro de la astrología en países como Argentina cómo lo menciona el artículo.
La astrología posee un código de interpretación dónde hay espacio para todas las posibilidades de la existencia humana, este se lee en distintas direcciones, hacia el pasado y el futuro, hacia adentro y hacia afuera. Los seres humanos en este caso son una condensación del tiempo, de un momento energético. La lectura, desde esta perspectiva, es organicista (el Universo es un organismo vivo) y no mecanicista (un sistema muerto sin un propósito).
Esa dinámica es la que permite leer el futuro, predecir las oportunidades de desarrollo que va a tener una persona en su vida, en su año o en ese día. Tomarlas o no ya es una cuestión personal, cada uno puede utilizar los vientos que proponen los planetas o dejarlos pasar. Así que, en un mundo de caos e incertidumbre, es entendible que se crea en la energía de los astros que ayude al ser humano a encontrar sentido a los retos que se van presentando en la vida. Todo es cuestión de cómo se vean las cosas.
